Desde 1917 hasta 1921 el comunismo causó la destrucción, la miseria y el colapso económico de Rusia, desmoronando su tejido industrial y agrícola. Ante tal panorama, el 10° Congreso del Partido Comunista promulgó por decreto el 21 de marzo de 1921 la denominada Nueva Política Económica (NEP) . La propiedad privada fue restaurada a pequeñas partes de la economía, especialmente la producción agrícola, aunque no la propiedad de la tierra. La NEP reemplazó la política del llamado “Comunismo de guerra”, que fue introducida por Vladimir Lenin en 1918 como un plan de emergencia para ayudar a que los bolches ganaran la Guerra Civil en Rusia. Naturalmente que los marxistas consideraban que la NEP era un paso hacia atrás para volver a aplicar más adelante las políticas comunistas.
86 años después, y con el sátrapa Fidel Castro medio moribundo, su hermano Raúl, más pragmático y realista, ha anunciado una nueva época de cambios económicos para Cuba. El mensaje del hermano del dictador caribeño fue claro: para preservar la Revolución, Cuba cambiará lo necesario en lo económico con medidas como incentivar la producción y limitar las importaciones, aumentar la inversion extranjera, cambios estructurales en la agricultura y otros sectores. En resumen, reactivar la economía cubana para acabar con las duras condiciones en las que viven sus compatriotas, aunque sin premuras. Un par de frases del segundo alto cargo del Consejo de Estado de Cuba han resultado sencillamente demoledoras:
1ª) «Para tener más, hay que partir de producir más y con sentido de racionalidad y eficiencia».
2ª) «Estamos ante el imperativo de hacer producir más la tierra con tractores, o con bueyes».
Sin comentarios. Y bienvenida sea la conversión de este nuevo Paulo de Tarso.
Lo dicho, que el Partido Comunista de Cuba, el único partido político legal en Cuba, fundado el 3 de octubre de 1965 y cuyos documentos fundamentales son los discursos de Fidel Castro, reconoce que para mantener todo el tingladete marxistoide hay que "liberalizar" la economía de la isla. De esta, seguro que no se recupera Fidel. Vamos, que no lo resucita ni el gorila barinés.
Autor: Smith
Publicado el 27 de julio de 2007
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