El gobierno socialista no anda lejos de practicar la "Ley del Trabuco". |
Son ya demasiados los indicios, por no hablar directamente de evidencias o hechos comprobados, que demuestran el juego sucio del gobierno socialista con los españoles y la Constitución. Ayer, sin ir más lejos, en un nuevo episodio que apesta a prevaricación interesada, la Fiscalía consintió que el batasuno Otegi soltase un mitin en plena sede judicial y luego saliese a la calle, libre como un pajarito. Cuando escuché la noticia me quedé estupefacto. Lo primero que pensé, incluso a sabiendas de que una circunstancia así podía llegar a darse, es que el Gobierno ha decidido quitarse la máscara y cometer sus fechorías a cara descubierta, como si fuesen auténticos bandoleros que se consideran a salvo al adentrarse en la sierra.
Hoy, el etarrófilo Barrena, ese tipo mal encarado de la hilera de hormigas en forma de patilla, no contento con el trato cinco estrellas dado a su colega Otegi, vuelo especial San Sebastián-Madrid incluido, ha declarado que hay acuerdos firmados entre el Gobierno y la ETA y amenaza con hacerlos públicos. ¡Lástima, no caerá esa breva! Unos acuerdos que vienen incumpliéndose, según asegura este otro hombre de paz, y que justificarían con creces el atentado de Barajas, lo que no sería algo distinto a un toque de atención al Gobierno, tal es el deseo de paz que anida en los corazones de los etasunos.
Esta forma de actuar de los inmorales que ocupan el poder —y también la de sus socios y compinchados—, asaltándolo y conculcando las leyes al más puro estilo del bandolerismo, no puede justificarse por un simple chantaje de los asesinos etarras. Ni siquiera si tuviesen a ZP atrapado por los vagones. Sería así si las decisiones fraudulentas del Ejecutivo afectasen exclusivamente a la región vasca. Sin embargo, no olvidemos que todo comenzó con la formación del Tripartito catalán y su degradante pacto del Tinell, al que le siguió un Estatuto que dinamita por completo la igualdad entre todos los españoles. Luego han seguido con métodos semejantes en otras comunidades, como el acuerdo de gobierno en Galicia que integra a otro grupo separatista, o el Estatuto andaluz (gran pifiada del PP) que declara realidad nacional a lo que nunca ha sido así ni de refilón. Sí, en apariencia todo forma parte de un plan desestabilizador que a ojos vista está llamado a liquidar a la nación española.
Para mí que Zapatero es uno de esos sujetos desequilibrados a los que les gustan los deportes de gran riesgo, a poder ser practicados desde el salón de casa, y está jugando a ver cómo sube de nivel en su Playstation. Claro que para alcanzar el siguiente nivel en el juego de los tiranos, es decir, para lograr un poder aún más incontestable, primero necesita eliminar la democracia o reducirla a un grado mínimo que evite nuestra expulsión de Europa. Eso, además de maniatar a la Justicia sirviéndose de sus vasallos en la Fiscalía y acabar con la Oposición en ese todos contra uno parlamentario que los anales de la Historia registrarán como legislatura negra. Y en ello está el pirado que nos manda, tacita a tacita. Ni un día sin su correspondiente ración de perversidad política. Pero que vaya con cuidado el fulano Rodríguez, no vaya a suponer que se encuentra “enganchado” a la Play, donde todo es virtual y siempre es posible iniciar otra partida, y en realidad esté jugando a la Oca y acabe ocupando la casilla número 13, la cárcel. Porque en cuanto salga un papel del acuerdo PSOE-ETA…
Autor: Policronio
Publicado el 23 de marzo de 2007
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