Anoche se emitió el debate semanal de Telemadrid que bajo el título Madrid Opina dirige Ernesto Sáenz de Buruaga. En la parte del programa tocante al 11-M (23:00-24:00 horas) sucedieron algunas cosas interesantes y sorprendentes. Por ejemplo, que una "contertulia" que sepamos apenas ha investigado el tema, y que responde al nombre de María Antonia Iglesias (*), hablara bastante más -el cuádruple más o menos- que Luis del Pino, periodista con el que se podrá o no compartir sus opiniones, pero que ha dedicado bastantes esfuerzos a estudiar la mayor matanza terrorista de la historia de Europa.
Otra cosa que aconteció en el plató de Telemadrid fue el ridículo en el que dejó Casimiro García-Abadillo, director adjunto de El Mundo a Manuel Cerdán, director de Interviú, cuando el primero retó al segundo a que encontrara a lo largo del programa alguna relación entre el dinitrotolueno y la Goma-2 ECO en un documento oficial que el segundo había dicho que afirmaba que eran compatibles sustancia y explosivo. García-Abadillo se jugó su prestigio a cambio de nada y, a pesar del riesgo, ganó la apuesta. El tal Cerdán, al final apeló a que el documento estaba incompleto, cosa que era completamente falsa. Alguna salida tenía que usar el pobre...
Si a un lado nos encontramos con Del Pino y García-Abadillo, y al otro están Iglesias y Cerdán y encima estamos hablando del 11-M, salta a la vista que los periodistas que defienden las tesis gubernamentales apenas han investigado el 11-M. O, al menos, en comparación con los arriba citados.
No queremos terminar estas reflexiones, sin traer aquí a colación las siguientes manifestaciones del paradigma de los periodistas anticonspiranoicos, Enrique de Diego. De Diego no perdona a nadie sus pasados "antiliberales", como si él hubiera militado siempre en el Partido Liberal. De Diego no perdona a Federico que fuera comunista ni a César que sea protestante y trabajen para la COPE. Pero, ¿qué decía De Diego hace tres años sobre el 11-M?:
No tienen ninguna duda mis fuentes de la lucha contraterrorista respecto a la autoría de ETA de la carnicería de Atocha, Santa Eugenia y Pozo del Tío Raimundo, en este Madrid mártir y tan diabolizado –por ciudad abierta y españolísima– por el nacionalismo y los nacionalistas.
Al final, el anticonspiranoico anticonverso es un converso conspiranoico. Como buen "progre", de lo que acusa, perpetró. Alucinante, oigan. Si es que no falla...
(*) Esta señora acusó al PP y a la AVT de amenazar a la sociedad. Tuvo que llamar al programa el señor Alcaraz para recordarle un pequeño "detalle": lo infame que es descalificar a los amenazados por ETA como responsables de realizar amenazas. Hasta ese punto de maldad puede llegar esta progresía tan intolerante.
Autor: Smith
Publicado el 14 de febrero de 2007
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