domingo, 15 de abril de 2018

No soy capaz de concebir un gobierno más injusto


No concibo nada peor en política que un gobierno arbitrario, odiosa actitud de la que se derivan todas sus abundantes fechorías. A tal respecto los números cantan. Arias Cañete ha manifestado, en relación a los presupuestos y el tratamiento dado a Madrid y Cataluña, que a una comunidad se le trata de una manera, y a otra casi 15 veces mejor. Y ahora no hablamos de devolverles a las regiones la mayor parte de lo que sus ciudadanos aportan a las arcas del Estado, porque si tal fuese el caso, las inversiones previstas en los Presupuestos Generales deberían ser muy similares para la Comunidad de Madrid y para Cataluña. 


No concibo casi nada peor que un gobierno de vendidos, compuesto de tipos corruptos, aficionados al uso de la ilegalidad y a negociar sobre bienes que no les pertenecen. Véase, si no, la resolución de la Comisión Europea, que abronca al Ejecutivo de Zapatero y califica de ilegales las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a la oferta del grupo alemán para que prosperase su operación sobre la eléctrica, que suponen, entre otras cosas, desinversiones en activos considerados estratégicos para garantizar el suministro. Además rechazó la ampliación de competencias de la CNE. Por supuesto, la CNE actuó al dictado de Montilla, ese estadista destinado a sembrar cizaña y atropello en Cataluña. 

No concibo casi nada más grave que el uso de los funcionarios públicos para la obtención de réditos políticos, como se desprende de la falsificación de un segundo informe sobre el 11-M. Un informe, en este caso elaborado de encargo por los mandos policiales adictos al PSOE, que debía desmentir igualmente cualquier relación entre la banda terrorista ETA y la masacre de los trenes. Eso sin contar, abundando en el tema de la incitación a delinquir que se efectúa sobre numerosos funcionarios, la orden dada para que no conste por escrito la información respecto a las fugas de emigrantes.

No concibo un gobierno más cobarde e inmoral que el que está dispuesto a mirar para otro lado mientras los terroristas se adueñan de las calles, practican la kale borroka y ratifican su intención de seguir usando la violencia a fin de lograr la independencia e imponer el social-marxismo. Una cobardía interesada, secundada por el silencio de sus abundantes medios de prensa, para que la sociedad no advierta que nos hallamos ante unos gobernantes dispuestos al uso inmoral de la falsedad con tal de seguir en el poder.

No concibo... No concibo...

Autor: Policronio
Publicado el 27 de septiembre de 2006

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