lunes, 2 de abril de 2018

Manifa antitaurina(=antiespañola) de entrenamiento

Manifestación antitaurina en San Sebastián, una excusa para lanzar toda clase de improperios hacia España. ¡Malditos taliboinas!

Ayer pasamos el día por una de las ciudades más bellas del Atlántico europeo, San Sebastián. A eso de las siete de la tarde, en una avenida cercana a la playa de la Concha, un gentío que calculamos cercano a las 500 personas avanzaba a paso ligero con varias ikurriñas en la cabecera de la manifestación. El tráfico estaba convenientemente cortado para estos señores, cuya edad media rondaría en torno a los 18 años, pues la mayor parte de la gente parecía provenir de ikastolas y otros centros de adoctrinamiento aranista.


Conforme los manifestantes se acercaban a nuestra posición, pudimos empezar a leer los lemas de la convocatoria abertzale: "si el toreo es un arte, el canibalismo es cocina"; "españoles asesinos"; "si queréis sangre...". La verdad es que no dejaba de tener cierto aspecto ridículo el griterío vociferante: unos cuntos niñatos indocumentados dando clases de ética al personal en una playa en el punto central del verano, el puente de la Virgen de agosto.

Mientras veíamos pasar a toda esa fauna de borrokas "antitaurinos", estábamos al lado de un agente de la policía municipal que comanda Odón Elorza, a quien habíamos escuchado por la mañana en Punto Radio pidiendo la aprobación de la manifa abertzale de hoy, la importante. Para Odín, en el País Vasco hay un porcentaje de ciudadanos que defienden unas ideas y hay que dejarles que lo hagan en la calle. Un poco, al estilo de Hezbollah en el Líbano, o de los talibanes en Afganistán. Legalizar lo que hay en la calle, ya saben, la vieja doctrina del progre bienpensante. En fin, que en un momento dado le dijimos al poli donostiarra: "¡qué, esta es de calentamiento para mañana!, ¿no?". El hombre me sonrió, aseverando con la cabeza. Y es que, estos borrokas no engañan a nadie. No vayan a pensar que son unos grandes ecologistas o unos maniáticos del mundo del toro. No, qué va... Las juventudes de Otegi nunca protestarán por la tala de árboles para demostrar quién es el más fuerte, ni por la siega de la hierba para demostrar quién es más ágil, ni por las peleas de carneros, ni por la pesca que hagan sus marineros, los arrantzales.

Todo lo que hagan ellos, está muy bien. Pero que muy bien. Ahora, lo que hagamos los demás es pecado mortal. Así es el nacionalismo vasco: odio a España y poco más. Y si para ello hay que arremeter contra los toros, se arremete. Sin ver la viga en el ojo propio, claro. Es la norma de la casa. La de Sabin Etxea.

Autor: Smith
Publicado el 13 de agosto de 2006

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