Los falsificadores

En los años del PSOE en poder, los miembros de ese partido dedicados a la falsificación de documentos podrían contarse por docenas. Y a dedicación completa y horario intensivo.

Nos las habemos con unos profesionales de la manipulación de documentos. Y no me refiero a los distintos gobiernos de Mister X, tan corruptos ellos y tan amigos de embolsarse la pasta de todos. No, hablo del gobierno de Zapatero, cuyos integrantes o subalternos poseen ya tres casos demostrados de manipulación documental:

El primero de ellos lo produjo nada menos que Caldera, entonces en la oposición, cuando borró con Tippex parte de un documento que debía acusar al gobierno del PP en relación al tema Prestige. La manipulación del torpe Caldera -desde entonces poco ha mejorado en su torpeza- quedó al descubierto y con ella el instinto de una tropa socialista a la que se le adivinaba ya que estaba dispuesta a todo con tal de llegar al poder.

El segundo caso fue mucho más grave e igual de inmoral: Por órdenes del delegado del Gobierno en Madrid -cesado por dejarse coger, no por ser un sinvergüenza-, se alteró el informe policial que demostraba la incorrecta detención de dos militantes del PP que habían participado en una manifestación a favor de las víctimas del terrorismo. Bono acudió a esa manifestación, otros le dijeron lo que pensaban de él, se sintió agredido y puso una denuncia falsa. Era preciso contar con agresores y fueron a buscar a dos pobres ancianos que aparecían en la foto. 

El tercer caso no es que sea grave, es que demuestra la infame trayectoria de un gobierno que parece cada día más ilegal, ilegítimo e injusto y está obsesionado por realizar un cambio de régimen usando para ello la puerta falsa. De ahí que necesite pactar con los terroristas etarras, con los que lleva negociando desde que se encontraba en la oposición, y por lo tanto precise que nada relacione a la ETA con el 11-M. Sabe el gobierno socialista que, de confirmarse esa relación, la mayoría de los ciudadanos le retiraría su apoyo en las siguientes elecciones. De modo que los funcionarios policiales adictos al PSOE, algunos de ellos aleccionados en la propia sede del partido, no se cortan un pelo a la hora de mutilar el informe emitido por otros tres funcionarios especialistas, a los que les han convertido dicho informe en un borrador. En tal sentido, el PP sugiere que la "manipulación" del documento se podría haber decidido en una sede del PSOE".

Esto es lo que se ha demostrado hasta ahora en el aspecto documental respecto a una caterva de impresentables alojados en el poder y llegados a él mediante el método de la agitación y la propaganda. La pregunta que cabe formularse a partir de unos hechos constatados es: ¿Hay alguien capaz de concebir todo lo que nos ocultan o todo lo que han manipulado para llegar adonde ahora se encuentran? Un gran poeta italiano, Metastasio, sintetizó magistralmente la desconfianza que es preciso sentir ante ciertos gobiernos de antecedentes delictivos y sectarios: No se confíe al mar quien tema al viento. Y estos de ahora no hacen más recordarme a los malos vientos.

Autor: Policronio
Publicado el 22 de septiembre de 2006