lunes, 9 de abril de 2018

Las huestes de Pancho Villa...


Imagen de la época: Huestes de Pancho Villa.

Nos congratula sinceramente que los enemigos actuales del liberalismo pretendan organizar un "ejército" a lo Pancho Villa. Peor hubiera sido que se hubiesen inspirado en los tercios españoles o en las tropas napoleónicas. Pero lo cierto es que el liberalismo, que ha demostrado ser el sistema político-económico más flexible y eficaz inventado hasta la fecha, basado en la economía de libre mercado y en un Estado democrático de Derecho, y que tan buenos resultados está dando a nivel mundial desde hace más de un siglo, sigue siendo atacado por determinados sectores con la misma saña que lo hacía Carlos Marx hace 150 años. Aunque la realidad es que el mundo ha progresado en estos dos últimos siglos bastante más que en los dos milenios anteriores, gracias, principalmente, a la extensión de las libertades de todo tipo: civiles, jurídicas, políticas, económicas, constitucionales...


Algunos antiliberales recalcitrantes viven instalados en Absurdistán. Es el caso de nuestro aliado, el dictador venezolano Hugo Chávez, incapaz de reconocer su fracaso económico y cuya fantasía proletaroide llega hasta el extremo de culpar a los EEUU, cabeza visible de la civilización atlántica demoliberal, de haber organizado el 11-S. Y es que se empieza babeando ante Fidel Castro y se termina en las teorías conspiranoides de los fundamentalistas anti sionistas.

Otros prefieren seguir por los senderos anti capitalistas clásicos, denunciando los despidos de las empresas, como si estas tuvieran la obligatoriedad de funcionar in aeternum, sin objetivos, planteamientos ni fechas de caducidad o como si hubiera que sacrificar la competitividad a los puestos de trabajo, llevando a la propia empresa a su autodestrucción.

Por último, están los suicidas de iluminado de la Moncloa, cuyo antioccidentalismo, trasunto de su anti liberalismo sociata, le ha llevado a culpar a Occidente de la expansión del fanatismo islamista. No cabe mayor desconfianza en el sistema liberal que viene rigiendo Occidente en los últimos tiempos. Pero es que Zapatero no hace sino ser fiel a la doctrina socialista neocaballerista: las causas de la injusticia mundial son extremadamente complejas, pero podemos resumirlas en tres: Estados Unidos, Israel y José María Aznar López. No le den más vueltas. Las huestes de Pancho Villa son así. Y que no les de por montar una Wehrmacht o algo por el estilo.
Occidente. Esa tribu de acomplejados capaces de echar la culpa de todos los males del mundo a las propias víctimas de los problemas. Es el caso del

Autor: Smith
Publicado el 13 de septiembre de 2006

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