Patrulla de milicianos del Frente Popular. |
José Luis Rodríguez Zapatero es un personaje siniestro. Un tipo nefasto en el devenir de la Historia de la nación española. Nos encontramos ante el primer presidente del Gobierno, desde los tiempos del jacobino Casares Quiroga, que mantiene unos cauces de diálogo más fluidos con una banda terrorista sanguinaria que con un partido político que representa a la práctica mitad de los españoles. Ahí es nada.
Múltiples son las facetas siniestras del presidente socialista Rodríguez Zapatero. Ahí van unas cuantas:
1) Un inesperado acceso al Poder tras producirse un atentado terrorista sin parangón en Europa Occidental. Ni la autoría del mismo está completamente aclarada, ni el Gobierno va a poder limpiar jamás su imagen después de haber manipulado las pruebas del atentado, ni Zapatero podrá negar que el PSOE utilizó vilmente aquellas jornadas para aprovechar al máximo las consecuencias electorales del mismo.
2) La cercanía -y casi segura pertenencia- de Zapatero a la masonería es otra de las siniestras caras del sujeto. Porque la masonería intervino, interviene e intervendrá en la política siempre al margen de la soberanía nacional y la democracia limpia y transparente. Nos explique, por favor, por qué Zapatero acudió a la logia masónica de su abuelo tres días antes de aprobar la Ley de Memoria Histórica. Para qué.
3) El partido político que viene dirigiendo Zapatero desde el último lustro ha consentido contactos con Batasuna mientras ETA asesinaba a su correligionaria Pagazaurtundua. Y a espaldas del entonces Gobierno del PP y del Ministerio del Interior. Siniestro, siniestro...
4) Estamos ante la presidencia más perversa de toda la democracia. Zapatero ha recuperado no la memez histórica, sino el guerracivilismo más abyecto. Y si no que le pregunten a la madre de Irene Villa, a la que el Presidente fue capaz de dirigirse de manera cruel e inhumana cuando comparó a un abuelo militar que nunca conoció con su hija, conocida víctima de ETA. No se puede ser más siniestro, la verdad.
Repetimos que José Luis Rodríguez es un personaje siniestro, porque ha de quedar bien claro ese rasgo de su secreta personalidad deshumanizada y guerracivilista. Incapaz de dirigirse a los terroristas en el tono adecuado e incapaz de respetar a media España. Terrible.
Autor: Smith
Publicado el 23 de noviembre de 2006
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