No tardará en cumplirse un año de mi colaboración en Batiburrillo, con más espacios que rellenos por mi parte en el aporte de mis modestas opiniones a este espacio liberal. Los bienvenidos y “sufridos” lectores de estas páginas podrán convenir fácilmente por mis escritos que, aunque la crítica política no se ha hallado ausente de ellos, su tono general ha estado deliberadamente más orientado a recordar la importancia de permanecer alerta y consciente ante los eventos que nos afectan, que a añadir un afluente más al caudaloso río de opiniones subjetivas que conforman la blogosfera diaria.
Me daré con un canto en los dientes si alguna de las ideas expuestas ha logrado llegar al corazón y mente de nuestros afines, tanto como haber motivado alguna duda razonable en aquellos que han mostrado una enconada crítica u oposición a nuestro enfoque. A todos les doy las gracias por su tiempo y atención. Es hoy, justo al inicio del acostumbrado descanso estival en el que nos sumergimos “merecidamente”, cuando repaso más cualitativa que exhaustivamente el comportamiento y rumbo de esta caricatura de Gobierno que nos aqueja y en especial, el de su líder: El sin par presidente por accidente Mr.Bean -Zelig- ZP, al que dejaré para el final.
En esta inesperada (aunque previsible) etapa histórica, está a nuestro alcance reflexionar sobre la idea que el Gobierno del PSOE del siglo XXI nos propone como su objetivo de futuro, pues todas las cartas están ya sobre la mesa. No será posible, sin abusar de la paciencia de nuestros lectores, mencionar individual y detalladamente cada uno de los ministerios involucrados en su desarrollo, por lo que opto por esbozar algunos de los “principios” que entre todos, salvando honrosas excepciones, estamos ayudando a consolidar con nuestra indolencia.
Elijo primero mencionar en capítulo aparte, por su capital importancia, la educación. Es el fundamento de todo pueblo civilizado que pretenda no sucumbir ante la ignorancia para avanzar de forma útil para sí mismo y para los demás. La formación de nuestros hijos se planea mediante un acondicionamiento mental, progresivo y progresista bajo la tutela doctrinaria de un Estado que desprecia el esfuerzo y las capacidades individuales, y que fomenta para todos el uniforme de la mediocridad capaz de regalar personalidad al que no la tiene y hurtarla al que la posee. Una excusa para una “justa” igualdad de “oportunidades” cimentada en un pensamiento único que convierte la suma de materias grises de nuestros cerebros en una masa gris amorfa, dócil, moldeable y carente de criterio propio. Y por tanto exenta de la capacidad crítica que permite a cada individuo cuestionarse y rectificar el rumbo conforme a su libre albedrío. Un albedrío personal al que se obliga a la renuncia en beneficio de un colectivismo que le niega sus derechos como ser único e irrepetible. De la implantación subliminal en nuestra psique de este concepto colectivista mediante una estrategia de destrucción continuada en el tiempo de nuestra escala de valores, llegará nuestra aceptación tácita de los nuevos eslabones en la servidumbre “social” y así minimizar nuestro rechazo al aborto, la eutanasia, el cultivo artificial de humanoides o cualquier otra aberración convertida en bien moral por este “bienintencionado” modelo.
Hay que recordar que el modelo incluye el pago indiscriminado y perpetuo por el concepto mafioso de “protección” de la cultura de la ministra Calvo, donde los comisarios de gestión Teddy “Ponte de rodillas” y Ramoncín “El rey del pollo frito” expoliarán vía canon, a la chita callando, nuestros bolsillos como garantía de mantenimiento de nuestra ociosa, improductiva y subvencionada tropa “cultural”, siempre presta a la justificación razonada de cualquier tropelía a la vanguardia progresista, hipócrita regaladora de rosas blancas a asesinos porque les resulta “divino de la muerte” el rollete ese de la paz zetaperil. Aceptaremos también vivir en nichos modelo ministra Trujillo a falta de otros espacios posibles a nuestro problema habitacional. Sustituiremos nuestro ancestral y arcaico concepto de la familia en beneficio de otras modalidades de asociacionismo interesado y empezaremos a comprender las ventajas que supone aceptar la subvención con la que nos tentará Tippex Caldera para que pongamos un subsahariano en nuestra vida, a fin de incrementar su censo agradecido de votantes. No nos importará que la ministra Espinosa pierda sistemáticamente cualquier batalla emprendida en defensa de intereses agrarios, pescaderos o de lo que nos llevamos a la boca pues salvo lo último, que es irremediable, lo demás ya lo compraremos fuera a precio comunitario. Y si no necesitamos ya cultivar, qué más dará regar o no regar según los planes desaladores y desaborios de la ministra Narbona “si-en-la-comunidad-gobierna-el-PP-aquí-no-se-abona”. Del “fomento” y la “armonización” administrativa de la España plural se ocupan dos gigantes en crecimiento personal que no dejaran de estudiar para ello este verano: La ministra Magdalena “Lady Aviaco” y Jordi Sevilla. De nuestra salud se ocupa la intransigente Doña Elena Salgado, capaz de cambiar las reglas de todo juego boticario a mitad de la partida. Pero el campeón del éxito interior lo encontramos en el “industrial” bachiller Montilla que pretende ahora desvirtuar el histórico éxito convergente catalán del 3% mutándolo en créditos indefinidos mediante legislaturas garantes de la trapisonda clientelar del dinero. No me extiendo más sobre este equipo de lujo (debido a lo caro que está costando) ocupado por estos irresponsables de a pie en asuntos internos. Mayor atención se debe prestar a los pesos pesados Rubalcaba, Alonso, Aguilar, Moratinos, Solbes y de la Vogue, a los que dedico una reseña final en este largo post.
Bajo su correa transmisora hemos logrado convertir la Justicia en un instrumento vociferante que se descalifica a sí mismo en cada paso que da, reinterpretando y tergiversando la Ley hasta conseguir convertirse en vehículo de justificación e instrumento del logro de objetivos terroristas propios y ajenos. Bajo su batuta nos hemos dedicado a romper nuestras relaciones con el mundo libre y apoyar a tiranos bananeros que nos pagan además con el desprecio y el expolio a rayas, para consternación de nuestras indefensas empresas en el extranjero y a las que replicamos extendiendo nuestra financiación exterior y perdonando sus deudas, como el caso de Bolivia. Han logrado que pintemos menos que nada en el escenario internacional ofreciendo una imagen de gente de no fiar, propensa a los prontos viscerales y con nulas garantías de confianza y lealtad hacia los amigos, caso Irak. De una costosa democracia de consenso llevan camino de convertirnos en 17 dictaduras de disenso. Se han ciscado en los derechos y la libertad de expresión de los ciudadanos practicando detenciones políticas a manifestantes disidentes, caso Bono. Han amordazado las conciencias y la voz de la sociedad vendiendo “grandes avances” para la convivencia a través de la totalidad de medios del cuarto poder (letra j mal tecleada), que no hacen sino corresponder a los beneficios crematísticos que el poder político (de nuevo letra j mal tecleada) les proporciona a ese cuarto poder, a cambio de propaganda incondicional y anestesia popular sobredosificada.
Han ocultado maniobras militares por las que clamaban hipócritamente no hace tanto y disfrazado nuestra participación real a su conveniencia en Afganistán, Irak, Haití o en el mismísimo Congo, que me pregunto yo qué se nos ha perdido allí. Han legislado sobre códigos que ellos mismos no cumplen, en un haz lo que digo y no lo que hago permanente. Han impuesto leyes escalofriantes sobre la supuesta defensa de los derechos de cuatro gatos en contraposición con el desprecio y ninguneo más absoluto por reclamaciones millonarias en participación en defensa de la familia, las víctimas del terror, la libertad de educación y sobre todo por el derecho a conocer por qué deben quedar desconocidos e impunes los que asesinaron a nuestros compatriotas en el 11-M. Han fomentado como nunca la división entre los españoles, cuando todas nuestras pasadas heridas llevaban camino de cicatrizar para siempre, con un incalificable comportamiento guerracivilista lleno de resentimiento que, aunque parezca ahora improbable, puede dar algún día frutos no deseables salidos de la promoción del odio y la división en clases de ciudadanos, mientras se apoya a degüello la persecución y exterminio “democrático” del oponente en referéndums ilegales e ilegítimos que sólo convienen al negocio de su gremio. Han llegado al esperpento de marginar y permitir la persecución de nuestra propia lengua en Cataluña y lograr que encima nos parezca bien a todos. Voy a parar…
Confieso que este relato no tiene pinta de competir en hilaridad precisamente con las peripecias del Mr.Bean original, cargándose el cuadro “La madre de Whistler” con su comportamiento atolondrado e inconsciente, cualidades compartidas con nuestro presidente antinacional ZP además de la malicia y la ineptitud. Ese mismo ser “ansioso” de paz que monta con prioridad la UME (Unidad Militar para Emergencias) bajo su mando directo y equipados no precisamente con material anti-incendios para Guadalajaras, detergentes para Prestiges gallegos o respuestas contundentes ante invasiones perejilescas, sino más bien como guardia pretoriana de defensa personal. ¿Qué emergencias estará previendo en su pacífica y sonriente cabecita de autista dictador totalitario? Creo que una de las claves para comprender el desafuero de este energúmeno político está en su inmensa vanidad sobre la que puede leerse una estupenda reflexión en el Catoblepas. Y ya puestos a pedir el oro del moro, me gustaría conocer la opinión sobre todo esto del prisionero de Zenda de la Zarzuela, que, aunque ya sabemos que “regnat, sed non gubernat”, espero que no llegue al extremo de invitar algún día a cenar a Josu Ternera o Artur Mas como colegas y regentes de la nuevas naciones expañolas independizadas por la gracia y obra de ZP.
Amigos: Nos vemos en La Mareta
Autor: Perry
Publicado el 2 de julio de 2006
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