El testimonio de hoy nos hace estremecer por su frialdad. Se trata de un cenetista, el presidente de la Federación Local de Sindicatos Unidos, que permaneció todo 1936 en Madrid, Gregorio Gallego.
De septiembre a noviembre de 1936, Gregorio Gallego formó parte de la primera Junta de Defensa de Madrid como representante de la CNT en la misma. Por esa razón, conocía muy bien al genocida de Paracuellos. "Los enemigos que conspiraban con la esperanza de asistir a la cita del General Mola en la Puerta del Sol iban a parar derechitos, y sin que nadie se enterase, a las fosas de Paracuellos del Jarama. Nuestros Servicios de Orden Público se mostraban tan eficaces y discretos que tardaría tiempo en saberse cómo se las gastaba el joven Santiago Carrillo".
Gregorio Gallego nació en julio de 1916. Pronto se integró en el socialismo libertario, donde inició su colaboración social y literaria. A los 17 años publicó su primera novela corta y empezó a colaborar en la prensa anarcosindicalista. A los 18 era miembro del comité peninsular de la Juventudes Libertarias y formaba parte de la redacción de Juventud Libre. Durante el bienio centrista conoció la prisión gubernativa por primera vez. A los 20 años formaba parte de la redacción de Castilla Libre. De setiembre a noviembre de 1936 formó parte de la primera Junta de Defensa de Madrid como representante de la CNT en la misma. Fue oficial del Ejército Popular y combatió en los frentes de Madrid, Guadalajara y Teruel.
Tras la derrota del Ejército Republicano fue destinado a los batallones de trabajadores que estaban fortificando los Pirineos y el Campo de Gibraltar. En Algeciras fue juzgado en consejo de guerra y condenado a 8 años por auxilio a la rebelión. En 1943 fue puesto en libertad y se incorporó a las actividades clandestinas que desarrollaba el Movimiento Libertario. Ejerciendo de secretario del Comité peninsular de Juventudes Libertarias, vicesecretario nacional de la CNT y miembro del consejo de Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas, fue detenido en enero de 1945 y condenado a 30 años. Al recuperar la libertad en 1963 reanudó sus actividades literarias trabajando en diversas editoriales. En 1972 se publicó su libro de memorias: Madrid, corazón que se desangra..., en el que hay bastante material sobre la tristemente "célebre" de la Junta de Defensa de la capital. También ha publicado algunos trabajos historiográficos en publicaciones especializadas y colabora con artículos y cuentos en diversas publicaciones de España y de América Latina.
Autor: Smith
Publicado el 18 de julio de 2006
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