jueves, 15 de marzo de 2018

Mezclando pasado y presente

Atentos al argumento del libreopinante polanquista Julián Santamaría en el Boe-Bis: "¿Con qué autoridad, por ejemplo, pueden condenar las disparatadas arbitrariedades de la dictadura de Castro tras negarse a condenar las de la dictadura franquista? ¿Con qué autoridad enfrentarse a los excesos nacionalistas de Chávez o Morales sin repudiar los del franquismo?".

O sea, que para condenar la dictadura de Castro hay que condenar antes la dictadura de Franco. Suponemos que también habrá que condenar la de Tito, la de Mao, de Stalin y la de Lenin, que también mató lo suyo. O sea, el PP o los accionistas de Repsol o el BBVA deben condenar el franquismo antes de enfrentarse a Chávez o a Morales. Para ser justos, también deberán condenar a Primo de Rivera, Alfonso XIII y Alfonso XII, abuelo y bisabuelo de nuestro actual monarca. Y a Fernando VII, a poder ser. Y si es preciso, que se declaren republicanos.

Vale, condenamos los crímenes de Franco y de quien haga falta, Juliancín: ¿Y ahora qué? ¿Van a devolver los dictadores neomarxistas a sus dueños todo lo incautado? Porque hombre, bien está acordarse del pasado... pero la economía es presente y futuro, ¿no? Por cierto, dos últimas cuestiones: Primera: ¿habrá que condenar en el año 2050 la dictadura de Franco cada vez que la izquierda siga haciendo de las suyas por todo el orbe? Segunda: Y vosotros, ¿cuándo váis a condenar la dictadura socialista de Largo, Prieto y Negrín?

Autor: Smith
Publicado el 18 de mayo de 2006

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