"Esto es imparable", decía Ibarreche en 2006. Bien, pues de Ibarreche nunca más se supo y el resto sigue igual. Igual de mal en cuanto a falta de democracia, por supuesto. |
Afirmar algo así: “Ibarretxe reivindica los derechos históricos como ‘la única constitución' de los vascos”, además de una majadería propia de un nacionalista radical y por lo tanto antidemócrata, es una declaración que podría ser considerada perfectamente como apología a la sedición y constitutiva de ser juzgada como delito de lesa patria. No es algo que afirme un Pepito Pérez cualquiera, o un Patxi Pérez, o López, sino que tal manifestación la hace quien ostenta el cargo de presidente del Gobierno vasco, llegado a ese puesto en función de una Constitución vigente a la que debería ser el primero en respetar, no en despreciar, y gracias a un Estatuto de autonomía que a su vez se ampara en la Carta Magna española.
Publicado el 17 de abril de 2006
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