Cuando lo lógico es que el paso del tiempo hubiera templado la visión de la Historia de España del siglo XX por parte de historiadores, superando el revanchismo desplegado por las fuerzas izquierdistas tras la muerte del dictador Franco, lo cierto es que la llegada al Poder de José Luis Rodríguez, uno de los presidentes más sectarios de nuestra antigua, que no vieja, historia ha acerado las posiciones historiográficas en torno a la II República y la guerra civil.
Esta visión radical y sectaria ha traspasado las fronteras nacionales, llegándose a publicar artículos como éste, en el que se acusa abiertamente al prolífico Pío Moa de ser un escritor ultraderechista y al PP de alentar el revisionismo histórico, cuyo significado, en Alemania, todo sabemos cuál es. Su pecado, demostrar con documentación en la mano, que el PSOE se lanzó a la guerra civil en 1934 y en 1936 de la mano de Largo Caballero, Indalecio Prieto y Santiago Carrillo. Y de la mano de la Esquerra de entonces, tan radical y sectaria como antidemocrática y agresiva lo es ahora.
Permítannos hacerles una recomendación. Léanse las primeras cien páginas del libro de César Vidal, La guerra que ganó Franco. Ahí se resume de manera bastante esquemática el doble proceso de marxistización y laicización de diversos países (URSS, Finlandia, México, España...) a lo largo del primer tercio del siglo pasado, así como la respuesta contrarrevolucionaria que católicos, conservadores y liberales dieron a la marea roja que amenazaba con apoderarse de todo el planeta. Porque, no se olvide, no hubiera habido contrarrevolución si no hubiera existido previamente la revolución.
Autor: Smith
Publicado el 3 de julio de 2006
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