jueves, 15 de febrero de 2018

¡Prohibido defender la nación!

Santiago Abascal, Fundación para la Defensa de la Nación Española, DENAES (2006) y presidente de VOX (2017)

Santiago Abascal no es un político cualquiera. Para nada es un político al uso, ni acomodado al quehacer cotidiano y a la gratificante mensualidad correspondiente. Santiago Abascal es una persona joven, valiente, decidida, patriota, intelectual... En definitiva, alguien que se sale de lo corriente en estos tiempos tan difíciles para quienes, además de serlo, se sienten españoles.


Mientras España aguanta la carga pesadísima de un Presidente del Gobierno que está decididamente entregado a la destrucción de la concepción nacional de España, la sociedad civil reacciona como puede para detener el golpetazo que se nos viene encima. En esta línea, Santiago Abascal ha ideado una nueva sociedad que se va a llamar Fundación para la Defensa de la Nación Española, DENAES, que está, además, impulsada por historiadores, sociólogos y políticos. Entre sus fines figuran la vigilancia y la promoción  del respeto a los símbolos nacionales y un sano patriotismo.

Ahora bien, el Ministerio de Cultura, tan "demócrata" y tan "progre", ha denegado la inscripción en el registro a la mencionada fundación de corte patriótico-liberal, con la siguiente argumentación: los fines de la Fundación se confunden con los de la Defensa (!!). Tal es el nivel (?) cultural del Ministerio de Cultura que, a ningún funcionario o asesor de la señora Carmen Calvo, se le ha ocurrido pensar que, por ese mismo razonamiento, se deberían prohibir las asociaciones ecologistas (que comparten fines con el Ministerio de Medio Ambiente), las asociaciones contra el cáncer, el SIDA o la leucemia, (que comparten fines con el Ministerio de Sanidad), las asociaciones sindicales (que comparten fines con el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales), las asociaciones vecinales (que comparten fines con el Ministerio de Vivienda) o la mismas asociaciones culturales de cualquier pueblo o ciudad española, dado que, según Carmen Calvo Calvo, debieran desaparecer para dar paso al Ministerio de Cultura.

Pero, claro, no pidamos milagros a esta señora, que no es la de Gonzalo de Berceo y bastante tiene con seguir dividiendo España con tareas tan constructivas y aprovechables como la primera (que luego vendrán otras) partición del Archivo de la Guerra Civil. ¡Como para defender la Nación Española! Por cierto, ¿qué hay de la devolución de las 113 piezas histórico-artísticas de un centenar de parroquias oscenses a la Diócesis de Barbastro-Monzón?

Autor: Smith
Publicado el 18 de enero de 2006

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