lunes, 12 de febrero de 2018

Prietas las filas psocialistas

La ex titular de Vivienda María Antonia Trujillo ha colgado una fotografía del acontecimiento en su cuenta de Twitter, que ha etiquetado con una frase: “Honestidad, decencia, lealtad… hoy con Zapatero”.

Desde hace una década aproximadamente el PSOE se enfrenta a uno de las mayores crisis de su ya larga y pesada existencia para España: los neofederalistas. Tuvo que intervenir el yihadismo -que por esas fechas vivía su apogeo "militar"- en más que probable connivencia con el terrorismo etnovasquista y, al parecer, más de un elemento de los aparatos del Estado, para acreditar nuevamente al viejo Partido fundado por Iglesias aunque posteriormente se dedicara a la quema de las mismas.


Los psocialistas neofederalistas vienen sembrando la discordia dentro de su propio partido, generando dudas sobre los conceptos de nación, patria, estado, región, etc. allí donde antes apenas las había. A la esquizofrenia que actualmente vive el PSOE contribuyen de manera decisiva: la extraña pareja de cama que hizo el PSE ("E" de Euzkadi, no de España) con el brazo político de los "polis-milis", Euzkadiko-Ezkerra, de la que curiosamente terminaron contaminados de nacionalismo radical tantos psocialistas, mientras que algunos esquerristas como Onaindia recobraban el sentido común; los federalistas diferenciales y no uniformistas que, encabezados por Maragall, quieren llevar a España hacia una plurinacionalidad que desde la Edad Media no se conocía; la necedad del actual presidente del PSOE, Manuel Chaves, partidario de un federalismo asimétrico de incalculables consecuencias; un PSG, cuya actual alianza con los radicales del BNG ha despertado el federalismo que Ramón Piñeiro defendía hace algunos lustros y que tan sólo permanecía soterrado en las mentes de la sucursal zapateril de Galicia; el propio Marcelino Iglesias, cuya idea de una España "solidaria" no pasa precisamente por el trasvase del Ebro, aunque no le importe para nada fomentar la lengua catalana en Aragón.

Naturalmente que ha tenido que llegar José Luis Rodríguez Zapatero, un secretario general de suicida vocación kerenskiana, para que todas estas sinergias hayan conducido al PSOE y, por desgracia, a España entera hasta el actual callejón sin salida en el que nos encontramos. Porque, por mucho que Pepiño Blanco y Rubalcaba traten de ocultar a la sociedad española, Rodríguez Zapatero fue y es el alma del Estatuto; el Estatuto Zapatuto. Él y sólo él se encargó de inyectar a sus huestes catalanas una letal sinergia Madrid-Barcelona para que a estas alturas España esté afrontando el embate más duro de su existencia como nación desde 1936. Se mire como se mire y se pongan como se pongan.

Hay otras voces en el PSOE que, sin resultar letales para España y la Constitución, nos repugnan igualmente. Quizás más. Nos referimos a voces como la del neofalangista José Bono, la del patriotero social Rodríguez Ibarra o la del "españolísimo" Francisco Vázquez. Cada día nos da más asco escuchar a todos estos demagogos de tres al cuarto defender la unidad de España y nuestras instituciones. Particularmente hemos llegado a la conclusión de que unos lo hacen por puro protagonismo y otros para seguir engañando a un electorado izquierdista que todavía es fiel a nuestra gloriosa nación y seguir subidos al coche oficial hasta el final de los tiempos. Pero nada más. Porque, ¿qué han conseguido estos señores hasta la fecha?; ¿acaso han catequizado con algún resultado mencionable a los Odón Elorza, Eguiguren, Pachi López, Maragall, Iceta, Montilla...?

Bien. Parece que Rodríguez Zapatero va a ofrecer una cena a los presidentes autonómicos de su partido en La Moncloa. Bajo la excusa de una celebración navideña, Zapatero quiere cerrar cabos en su partido para que los principales dirigentes del PSOE apoyen sin fisuras el nuevo Estatuto que salga de las negociaciones que están manteniendo los integrantes del Pacto del Tinell. Zapatero es el que manda y no puede perder est ocasión para hacer su sueño realidad: que España dé el primer paso hacia el federalismo disolvente. Así que ¡prietas filas, camaradas!

Autor: Smith
Publicado el 5 de enero de 2006

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