No tenemos remedio y por eso a Occidente nos van las cosas como nos van. Dos noticias que se han producido estas últimas fechas han puesto sobre el tapete la cuestión de la amenaza yihadista contra la libertad europea, atlántica y occidental. Cuestión ésta, de la que formamos arte y parte los españoles, máxime si tenemos en cuenta que -además de europeos, atlánticos y occidentales- somos el país del viejo continente más cercano a África.
1. Victoria de Hamas en Palestina: Como ya hemos expuesto en otras ocasiones, la doctrina Bush sobre la cuestión de Oriente Medio y los países musulmanes, no deja de tener importantes agujeros. Si analizamos, por ejemplo, el establecimiento de la democracia en los países árabes, llegamos a la conclusión de que, con ser ésta una loable intención, no deja de tener su lado escasamente práctico si se pretende implantar -como pretende Bush- al pie de la letra. Si dos décadas de pujolismo han desembocado en el frentepopulismo maragall-carodetxiano, parece que otras tantas décadas de Arafat han culminado en el gobierno de Hamas. Ejemplo de cómo la democracia, tomada al pie de la letra, tiene sus riesgos.
Por supuesto que la responsabilidad del resultado de las elecciones palestinas no recae ni mucho menos sobre la Administración Norteamericana, pero algunas dudas nos asaltan: 1ª) ¿Son factibles las democracias en países domeñados por un integrismo feroz? 2ª) ¿Interesa a la UE y a los EEUU enfangarse demasiado en Oriente Medio? 3º) ¿No sería mejor poner más atención a nuestros intereses y a la seguridad interna que implicarse tanto en unos países tan subdesarrollados sociopolíticamente hablando?
2. Los "cómicos" daneses: En Occidente ya se sabe. Si usted es un paleto fracasado, puede cagarse públicamente nosecuantas veces en España en TV3; si es un humorista de viñetas sin puñetera gracia, puede mandar alguna tira a Interviú, a El País o El Jueves, y ridiculizar a un señor gordo, barbudo y medio tarado con un triángulo sobre la cabeza que habita en el cielo y que los cristianos llamamos Dios. Ahora bien, que nadie (los unos porque no tienen narices y los demás porque somos educados) juegue con Mahoma, porque ya se ve la falta de sentido del humor de los musulmanes. De momento, alucinantemente, el diario Jyllands-Posten de Dinamarca ya se ha bajado los pantalones y ha pedido disculpas a la morisma.
¿Se dan cuenta cómo está perdiendo la libertad Occidente en aras al acollonamiento al que nos tiene sometido el Islam? ¿Nos estamos amaricomplejinando?
Autor: Smith
Publicado el 2 de febrero de 2006
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