jueves, 15 de febrero de 2018

La contumacia progresista de Carmen Rigalt


Dentro del amplio espectro ideológico de la izquierda hay cabida para una familia, nada pequeña por cierto, de progresistas a machamartillo que no pueden hablar un minuto o escribir tres líneas sin soltar el clásico latiguillo izquierdoso (socialista, anticlerical, republicano, igualitarista, federalista...). Los escritores e intelectuales de esta calaña practican hasta tal punto la religión progre que, sin venir a cuento, la toman contra quienes, para colmo, nada les han hecho; antes al contrario, seguramente hayan dedicado y entregado su vida al servicio de los demás, mientras el escritor progresista que les zahiere, seguramente lleva una vida bastante más aburguesada y "capitalista" que el zaherido.


Carmen Rigalt es una de estas contumaces progresistas que, cuando la escuchamos en una tertulia de radio o televisión, siempre nos queda la misma sensación: escasez de nivel intelectual, además de querer meter ruido y embarullar la tertulias para desviar a sus oponentes dialécticos del argumento principal. Al margen de ello, recordamos que allá por el año 1988, Carmen Rigalt vino a nuestra ciudad a participar en un ciclo de conferencias sobre la libertad de prensa en España. Estuvieron allí, entre otros, Jiménez Losantos, Alfonso Ussía, Luis Herrero, Carmen Rigalt y el marido de ésta, Antonio Casado. Bien, al término de la conferencia hicimos una pregunta políticamente incorrecta que, al parecer, tan mal sentó a Carmen Rigalt que nos dedicó un artículo en un semanal, creo recordar que en Época o Cambio 16, insultándonos y arremetiendo contra nosotros con una bajeza incomprensible.

Hoy ha escrito Carmen Rigalt un artículo que aparece en la contraportada de el diario El Mundo y que se titula Leonor, arropada por la tradición. Entre otras cosas, ahí reza lo siguiente: "...el cardenal Rouco Varela (hombre taciturno, más apropiado para funerales que para bodas, bautizos y comuniones)...". Lo ha escrito Carmen Rigalt, (cincuentona que viste con ropa más apropiada para quinceañeras pijas que para prejubiladas, maduritas y rancias progresistas).

Autor: Smith
Publicado el 15 de enero de 2006

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