Poco a poco se van destapando las ideologías, credos y dogmas del gabinete frentepopulista (PSOE-PSC + apoyos de IU-EB-ICV y ERC) que dirige el nieto del capitán Rodríguez Lozano. El propio ministro Jordi Sevilla, profesor de Economía de Zapatero, se acaba de apuntar a las tesis socioeconómicas bananeras típicas de los demagogos iberoamericanos: América Latina debe confiar en las propuestas de la socialdemocracia para hacer frente a las políticas neoliberales. ¿Se estará postulando Sevilla para recibir el premio José Martí 2006 de manos de Fidel Castro?
Jordi Sevilla Segura, Ministro de Administraciones Públicas, defiende una política económica socialista y no sirve darle vueltas. Para él, el reparto " justo" y "equitativo" de los bienes es fundamental en su modelo macroeconómico y el neoliberalismo es un coco mezcla de Shrek y Lucifer. Porque, amigos de Batiburrillo y Redliberal, no se engañen: si "fútbol es fútbol", socialismo es socialismo. No le den más vueltas.
Dice el Excelentísimo Señor Ministro que la "opción política de izquierdas ofrece en la región una solución mejor que el neoliberalismo conservador a los problemas de la sociedad". Pues da la casualidad que, de toda América Latina, tan sólo Chile parece un país medianamente consolidado gracias a las medidas neo-li-be-ra-les implementadas por los Chicago Boys en Chile durante los años 80. Pero más adelante matiza: "La izquierda debe perder el miedo a vincularse con el sector privado y que los pilares de una renovada propuesta política socialista deben ser la libertad, la igualdad y la fraternidad". Pues, al margen del tufillo descaradamente masónico de la frase, digamos que criticar el neoliberalismo para admitir luego que el sector privado es fundamental en una economía de libre mercado es como para desorientar a la audiencia. Cuando menos.
En fin, ¿qué es ser socialdemócrata? Sinceramente no creemos que ni los teóricos del sistema lo sepan, pero ya se lo decimos nosotros:
1) Críticas rancias hacia los clásicos, los liberales, el capitalismo y el neoliberalismo.
2) Obligadas pinceladas de demagogia populista, reparto de bienes, expropiaciones forzosas, nacionalizaciones gratuitas e intervencionismos estatales.
3) Ah, y eso sí. Una cosa diferencia al socialdemócrata del comunista leninista: el primero, v. gr. Jordi Sevilla, defiende la propiedad privada y la libertad de empresa. Hay que proteger los patrimonios que el libre mercado permite acumular a los socialistas. Sobre todo a ellos. Porque, hay que fastidiarse, la libertad tiene estas cosas...
Autor: Smith
Publicado el 24 de febrero de 2006
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