Los últimos acontecimientos sucedidos en Irak deberían replantearnos algunas cuestiones: Por un lado, una conferencia celebrada en El Cairo, en la que una parte de la delegación iraquí legitimaba la resistencia armada contra las fuerzas estadounidenses. Por otro lado, se han producido dos brutales atentados yihadistas en los que han perecido varias decenas de personas.
Cabría empezar a preguntarse seriamente si la presencia de los EEUU en Irak cobra algún sentido a estas alturas, porque particularmente creemos que la conversión de Irak en una democracia moderna es una misión harto, harto complicada. Si bien hemos aplaudido las nada desdeñables ventajas (especialmente para las mujeres y los niños) del nuevo régimen, lo cierto es que los esfuerzos democratizadores puestos en marcha por la Administración Bush, con Condoleezza Rice a la cabeza, no están teniendo los resultados esperados ni de lejos.
Cuando en una conferencia como la de El Cairo se omiten deliberadamente los ataques terroristas que las tropas estadounidenses están sufriendo o incluso se llegan a legitimar teóricamente estos ataques para aplacar a los sunnitas, hay que empezar a extraer conclusiones. Quizás los musulmanes del siglo XXXI sean democratizables, pero los del siglo XXI no lo son ni por asomo. Cuando para integrar a los sunitas en el gobierno, los shiitas justifican los ataques de los yihadistas sunitas y de los batistas, señores, lo mejor que pueden hacer los norteamericanos es dejar a esta gente que resuelva la tostada por sus propios medios. Si los yihadistas son parte sustancial de la sociedad iraquí, la democracia iraquí tiene todos los visos de fracasar.
Quizás a los EEUU les convenga crear una base segura en el Kurdistán, con la única finalidad de defender los intereses de Occidente de cualquier régimen islamista o terrorista que amenace el mundo libre. Y poco más, porque estas mentalidades tan insanas, no se merecen más, la verdad.
Autor: Smith
Publicado el 24 de noviembre de 2005
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.