PP y PSC se han casado. Sí, tal cual. Dos diputados de las formaciones citadas, José María Lasalle y Meritxell Batet, han contraído matrimonio en la colegiata de Santillana del Mar, en Cantabria. No, no se trata de una de esas bodas en la que los contrayentes han salido del zapatero y han decidido oficializar su situación “dehecho”, se trata de un enlace religioso entre diputados de distinto sexo, de esos a los que antaño se les llamaba “por la Iglesia”, que ya veremos si no termina con uno de los contrayentes cambiándose de bando político. Él, del PP; ella, del PSC. Se admiten apuestas sobre quién se pasa a la acera contraria, políticamente hablando.
Aseguraría que de momento la señora socialista es la que transige, hay dos detalles que avalan la afirmación: Se han casado mediante una ceremonia religiosa, algo que no es nada políticamente correcto para una sociata, y además lo han hecho en Cantabria, tierra del diputado pepero, cuando la tradición manda que se elija siempre la parroquia de la novia. Bueno, en el supuesto de que la novia tenga parroquia y sea amante de la tradición, que no parece el caso de una socialista catalana, de las de “memoria histórica” incluida en el “Estatut”, por mucho matrimonio religioso que haya escogido. Claro que lo segundo, la elección de Cantabria para el enlace, igual ha sido para que en Barcelona no les tiren algo más que arroz a la salida de la iglesia. En cualquier caso, que sean muy felices y que coman perdices.
Publicado el 28 de agosto de 2005
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