Una de las virtudes esenciales de todo buen político es el saber acatar mínimamente una cierta disciplina de partido. Ello no quiere decir que todos los miembros de un determinado partido tengan que decir exactamente lo mismo que los demás; pero la libertad de expresión y las corrientes internas dentro de los partidos políticos han de tener unos ciertos cauces de expresión, amén de estar avaladas por un sector lo suficientemente amplio como para que el "discrepante" no termine siendo un francotirador que apenas inspire confianza entre la dirección e inclusive sus votantes.
De un tiempo a esta parte José Pique se ha convertido en una especie de submarino socialista dentro del Partido Popular. A nosotros se nos antoja un personaje sin arrastre entre la masa de votantes del PP, que no levanta precisamente entusiasmos en Cataluña ni fuera de Cataluña y que, además, tiene la insana costumbre de ir por libre en demasiados asuntos. A veces da la sensación de que lleva la contraria por llevarla; otras veces arremete contra compañeros de su partido con argumentos que vergüenza le debieran dar a él sacar a la palestra; y lo más grave de todo es que, hasta la fecha, todavía no conocemos la "sensibilidad" o familia popular a la que Piqué representa.
Hay que decir que José Piqué está jugando un auténtico papelón en el Partido Popular de Cataluña, participando durante más de quince meses en la ponencia del Estatuto nacionalista catalán que va a ahondar indiscutiblemente en la disgregación de la nación española. Porque, por si no lo sabe Piqué, los nacionalistas jamás han sido leales a España ni lo serán; y darles cualquier ventaja u oportunidad es una estrategia suicida, pues todavía no hemos conocido diálogo, acuerdo, reunión o pacto en el cual, algún separatista haya renunciado a nada, cuando por el contrario, los constitucionalistas ligth han ido vendiendo a España palmo a palmo, con una cobardía que avergonzaría a cualquier persona con un mínimo de dignidad.
Federico Jiménez Losantos acaba de afirmar con harta razón sobre el PP y Piqué que "albergar en su seno al “nacionalismo moderado” de Cataluña forma parte de esa siniestra superchería ideológica denominada centrismo, que, además del simple oportunismo del trepa-carca o carca-trepa de los complejos de nuestra Derecha política". Lo cierto es que, en los últimos días, Piqué ha llegado a arremeter contra De Palacio por decir que la OPA de Gas Natural tiene un fondo político. Da la sensación como si a Piqué le molestara molestar a los tres partidos nacionalistas catalanes (PSC, CiU, ERC) y a sus estrategias republicano-federalistas y económico-secesionistas. Dicho lo cual, nos preguntamos: ¿se habrá equivocado Piqué de Partido Político?
Autor: Smith
11 de septiembre de 2005
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