lunes, 15 de enero de 2018

Rajoy: "La OPA de Gas Natural atenta contra la competencia, el interés de los consumidores y la libertad"


Fin de las vacaciones. Mariano Rajoy ya se ha puesto el mono de trabajo. Esta mañana nos ha obsequiado con unas interesantes declaraciones en la Cadena COPE, dignas un líder político que prefiere apostar por la libertad antes que por el encasillamiento de la sociedad en derechas o izquierdas. Toda una lección de liberalismo político y firmeza: la Operación Pública de Adquisición (OPA) lanzada por Gas Natural sobre Endesa "atenta contra la competencia, contra el interés de los consumidores y los usuarios y contra la libertad".


La verdad es que, de unos años a esta parte, todos los temas que pasan por el tamiz del PSC o la Esquerra huelen mal. Y éste, en concreto, muy mal. Rajoy ha recordado que esta decisión va contra el Libro Blanco de la Energía, "impulsado por el Gobierno", en el que se decía que había una "excesiva concentración" y que no había competencia y "concentra en un sólo poder de decisión todo el sector energético de un país, ya que el petróleo de Repsol YPF, Gas Natural en el sector gasista y Endesa, si cae en manos de Gas Natural, estarían bajo el control de "la Caixa".

Nuevamente, el lobby catalán-independentista sale ganando. Maragall, como siempre, barriendo para casa sin reparar lo más mínimo en si se crea una situación tan alejada del libre mercado como Albacete de Sri Lanka. Lo único que le interesa a Maragall es controlar, dominar, intervenir... y esta operación viene que ni pintada. Volvemos al "socialismo real" de corte "nacional". Ya hemos comentado en alguna otra ocasión que, al final, el oligopolismo y el monopolismo degenera en socialismo. Si los españoles sólo pudieran elegir entre dos o tres bancos, teléfonos, eléctricas, empresas de gas, etc. y encima estuvieran todas estas empresas en las mismas manos, la diferencia con el sistema económico de la Unión Soviética no sería tan grande. El mercado requiere democracia, pluralidad y diversidad. La labor de los gobiernos es no interferir en los mercados para nada, salvo para garantizar el libre funcionamiento de los mismos. Para nada más.

En fin, no sabemos qué hubiera pasado si en Madrid se hubiera diseñado una operación de la envergadura de la pergeñada en Barcelona. Ríos de tinta se habrían escrito sobre la sempiterna "opresión" a la que los conquenses y oscenses vienen sometiendo al noble pueblo catalán desde tiempo inmemorial. Esto, como mínimo.

Autor: Smith
Publicado el 6 de septiembre de 2005

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