viernes, 12 de enero de 2018

El talantudo y el talentoso (divertimento)

¿Por qué Artur Mas se erigió poco a poco en el líder de la piara separatista si hasta no hace mucho se hacía llamar Arturo y afirmaba que lo suyo era solamente catalanismo? Quien la conozca, que responda a la pregunta del millón.

Todo el mundo sabe que ZP prometió en un mitin en Barcelona que aprobaría el nuevo estatuto de Cataluña que surgiera de su Parlamento. Lo suyo fue en aquella ocasión, como siempre que hablaba en cualquier foro, un engolar la voz para que sonase a solemne y para que de ese modo la masa irracional que interesadamente le sigue creyese en la nueva falsedad. Lo que se olvidó de añadir el doctor “cum laude” por la Universidad de la Patraña, Facultad de Ciencias Desvergonzadas, es que no tenía la más ligera intención de permitir un nuevo Estatuto que pusiese en riesgo su continuidad en el poder. Porque si no hay España, aunque sea medio postrada como ahora, no hay ningún poder puesto que el Estatuto al gusto separata se la cargaba. No puede estar más claro, ¿verdad?

O eso fue así, lo que demostraría que el Doctor Embuste posee una capacidad maquiavélica nada despreciable, o bien lo que sucedió —mucho más creíble— fue que nada más terminar aquél mitin recibió una llamada de Rubalcaba, que es el único listo (a la par que malvado) en esta Ejecutiva-Gobierno socialista integrada por mediocres (y “mediocras”) de todo pelaje, para advertirle de la insensatez de su promesa y de la necesidad de una primera aclaración, que realizó Jordi Sevilla unos pocos días más tarde, en el sentido de que la nueva normativa para Cataluña debía cumplir con el espíritu constitucional.


Han pasado 14 meses desde la bobería del Bobo y los nacionalistas catalanes, como probablemente le advirtió Rubalcaba a Zapatero, están ultimando un nuevo Estatuto no exento de polémica y numerosas dudas, la principal de ellas consistiría en si se lo piden “todo” o “todo y un poco más”. Eso sí, blindado y bien blindado y envuelto en papel de regalo con un lacito de la “cuatribarrada” y a poder ser la ‟estrelada”, ya que pedírselo todo supone que en este caso no haya escote entre las fuerzas políticas catalanas y todo salga gratis porque la ronda la paga ZP, el bobo.

A medida que se ha ido conociendo el “todo y más” que se pedían para sí los nacional-socialistas catalanes, comenzó el pánico y el crujir de dientes en las filas del socialismo más equilibrado. Ojo, he dicho más equilibrado, no integralmente sensato. De tal modo que Ibarra, Guerra, Chaves, Bono y el Sun Sun Cordam, que es el equivalente al Ku Kus Klan pero en sociata, comenzaron a lanzar las campanas a rebato y a plantar cruces flamígeras (también muy propio del SSC) y, finalmente, de boca del sacristán de la Secta, un tal Pepiño, se oyeron voces que alertaban sobre el proyecto no constitucional que pretenden esculpir los separatistas a lo largo de todo un muro de hormigón que recorrerá la ribera sur del Ebro (está claro que será en la sur porque todo el río es de ellos); eso sí, un gran portalón deberá abrirse a intervalos, a la altura de Amposta, para permitir a las mesnadas de ERC salir a catequizar “Els Països Catalans”.

Nadal, el antiguo alcalde de Gerona —tal como suena, Ge-ro-na, con G de Gerona, evidentemente— contestó de inmediato a las palabras de Pepiño y le dijo: “¡Cállate!”. Como vemos, un sólido argumento el esgrimido por el diputado del PSC (la versión más encanallada del PSOE) y dirigido a un “don nadie” que no tiene porqué meterse en camisas de once varas. Al fin y al cabo quién demonios es el Secretario de Organización del PSOE, cuyo partido sólo (des)gobierna la Nación española —nada que ver con la Nación catalana—, para decirles lo que sea a ellos, los nazis. Y encima sobre lo que deben hacer para labrarse un Plan de Pensiones cinco estrellas a través del nuevo Estatut i força al canut.

Pepiño, probablemente lloroso a moco tendido, llamó a su Jefe y le comentó que tenía pupa. El Jefe, tras llorar igualmente durante un buen rato, acabó contactando con Rubalcaba, ese “Richelie” en pequeñito y en calvo, que asimismo dispone de guardia personal acuartelada en el diario El País, más conocido como La Bola. La respuesta llegó de inmediato: “¡Déjalo de mi cuenta, José Luis!”, contestó “Richi” Rubalcaba.

Hoy, con llamada en primera página, sale un artículo en El País cuyo titular es el siguiente: La ampliación de competencias propuesta por Cataluña es "masiva e injustificada". Luego añade La Bola que “claramente contraria a la Constitución por lo que se refiere a muchas de las técnicas que se utilizan y al resultado a que conducen”. ¡Chúpate esa mandarina!, debe de ser lo primero que haya pensado más de un componente de la Secta, sector SSC. A buen entendedor, Estatuto “kaputo”. Ahora sólo nos resta por ver cómo digieren los nacional-separatistas determinadas variedades de cítricos como las mandarinas.

Moraleja del día: Rubalcaba “for President”, pero durante un máximo de tres meses; bobos de facundia resbaladiza (pongamos que hablo de ZP), al ostracismo inmisericorde. O bien (para el caso de Rubalcaba): Qué lástima que la moralidad y la decencia no acompañen invariablemente al talento.

PD: Toda la deriva nacional-separatista hasta llegar al delirio en que hoy (9-9-2015) se hayan envueltos tanto Artur Mas como esa banda de totalitarios que le secunda, según los mismos separatas procede de la enorme frustración creada cuando al final ZP impidió, mediante el politizado Tribunal Constitucional, que se hiciese realidad lo que les había prometido: Que podían hacer lo que les saliera de las pelotas con el nuevo Estatuto, es decir, una especie de Cataluña independiente para todo menos para lo que a ellos les convenía. Naturalmente, el anormal Pedro Sánchez asegura que la culpa de la deriva nacionalista es de Mariano Rajoy. ¡Que hay que tener caradura!

Artículo revisado, insertado el 26 de agosto de 2005 en Batiburrillo de Red Liberal

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