Comienza el goteo de concesiones que el Gobierno de la Nación ofrece a la periferia díscola. Una Nación que la Constitución escribe con mayúscula y alude a toda España. Aún así, ZP no duda en entregar bienes del Estado a sus socios separatistas, algunos declarados como tal abiertamente y todos ellos receptadores avarientos de cuanto les llega llovido del Cielo civil de Zapatero. Véase, si no, el castillo de Monjuic, un patrimonio del Estado entregado al Tripartito sin que se molestasen ni en pedirlo. Claro que en disculpa de nuestro talantudo Presidente habría que precisar que el castillo había sido declarado tierra non sancta por el nacionalismo. Se cometió la osadía de ubicar allí un museo del Ejército español.
El segundo paso fue el Mercado Nacional de Telecomunicaciones, que el ministro Montilla quiso regalarle a su Jefe de partido, el PSC, y decidió que 200 familias pasasen a veranear indefinidamente junto al mar de Barcelona, en terrenos donde estuvo el Forum manirroto. Con lo fácil que hubiese sido ubicar en esa ciudad un organismo de nueva creación.
El tercer paso ha sido el INM, Instituto que el día 23 de diciembre alertó sobre la ola de frió y nieve que está padeciendo la mitad norte de España. Un organismo eficaz al que este Gobierno piensa desguazar para entregarlo a sus socios. Al malbaratar el INM, como nuevo aperitivo de lo que está dispuesto a conceder ZP, cuya siguiente entrega probablemente corresponda al Archivo de Salamanca, se comienza a jugar con la seguridad de los ciudadanos, puesto que aquí no se habla ya de un capricho político, sino de liquidar el principal soporte técnico de ese departamento especialmente valioso que es Protección Civil.
Lo siguiente qué será: ¿Colocar en Barcelona un tercio de las obras del Prado y otro tanto en Bilbao?¿Desalojar a la Guardia Civil de las comunidades con gobiernos separatistas? ¿Entregarles lo mejor de la Marina y la Aviación para que el Ejército también se disgregue y no haya riesgo de que defienda la unidad de España? Al eliminar del cerro de Talarn el España, defenderla hasta morir, ¿ha comenzado la desintegración de nuestras FFAA? ¿Puede Bono justificar, sin bajar la mirada, esa autorización?
ZP tiene a gente de su cuerda en el Tribunal Constitucional, como lo demuestra el hecho de que nada menos que su Presidenta haya declarado: Hay que quitarle emotividad al término nación, en referencia a la posibilidad de alterar el articulo segundo de la Constitución en beneficio de ciertas regiones aspirantes a naciones. Por otra parte, el Consejo General del Poder Judicial bien pronto será manejable a capricho gracias a la nueva Ley Orgánica del Poder Judicial. La pregunta lógica es: ¿Dónde y cuándo acabará todo esto?
Artículo publicado el 27 de diciembre de 2004
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