Tenebroso
Haciendo honor a ese talante barriobajero que usa el Gobierno socialista hacia los que no puede controlar, la tipa De la Vega ha arremetido contra los curas y los jueces, llamándolos tenebrosos.
Uno no es especialmente amigo de los religiosos o simpatizante de la Judicatura, pero juraría por el Código Civil, el código postal e incluso el código de barras que ambos colectivos no se han expresado de un modo tenebroso, algo a lo que el DRAE denomina en su tercera acepción: Hecho ocultamente y con intenciones perversas.
La Iglesia y el Consejo General del Poder Judicial alertaron abiertamente, sin perversión alguna, sobre las medidas que el gobierno de Zapatero pensaba tomar y que a ellos, Iglesia y Consejo, afectaban muy de lleno. En todo caso, la perversidad se encontraría del lado de quien acusa a otros de tenebrosos y pone normas en circulación, como la reforma de la Justicia, que atacan de lleno los valores democráticos y vulneran el imprescindible reparto de poderes.
Difamador
El cerebro marrón del PSOE, un tal Pepiño el estrambótico, aseguró ayer que el PP sigue preocupado por la derrota electoral y no por los 192 muertos. Como si no fuese posible tener preocupación por ambos asuntos o por ninguno, que sería el caso de Pepiño Blanco
Ese tipo de afirmaciones que tratan de buscar el mayor descrédito posible del rival político, en las que como único argumento se usa la opinión personal o la de un tercero, es algo que correspondería a un personaje con talante difamador como es Pepiño y no hay duda de que, forzando la máquina, es algo que podemos practicar todos. El párrafo siguiente sería un ejemplo:
Está archidemostrado que Pepiño Blanco carece de toda ética y que no es más que el vocero ramplón de cuanta maldad y bajeza pasan por las mentes de la Ejecutiva socialista. Con sus declaraciones estrafalarias y cargadas de iniquidad, el Secretario de organización del PSOE ha querido morder una vez más en la yugular del PP, al acusarle de insensibilidad hacia las 192 víctimas, para desviar la atención de la próxima presencia de Zapatero en la Comisión 11-M. Pepiño ha querido decirnos con la misma torpeza de siempre que si el PP es un partido insensible cualquier pregunta a ZP irá en esa línea.
Retorcido
La tipa De la Vega afirmó en Valencia que el Gobierno concede traductores valencianos para el idioma valenciano y abre una negociación con el Consell para una posible modificación del Memorándum que mañana se eleva a Bruselas. Para entendernos: Que reconoce el valenciano como un idioma distinto al catalán.
El ministro Montilla, espantado ante sus socios independentistas, enseguida atribuyó las declaraciones de la vicepresidenta a que estaba en Valencia. Está bien claro que el ministro cordobés, asilvestrado al nazionalsocialismo en Cataluña, no tiene reparos en pedir en Barcelona que no se le haga caso a su Jefa cuando habla en Valencia. Está claro también que si el talante de la Vogue es de lo más voluble, el que aquí destaca más es el talante retorcido de Montilla, capaz de negar tres veces a su Señora Vicepresidenta con tal de contentar a los traidores que le rodean en Barcelona.
Artículo publicado el 12 de diciembre de 2004
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