miércoles, 13 de diciembre de 2017

Rajoy no da la talla, primeros indicios


Es tanto lo que hay en juego en nuestros días, nada menos que la continuidad de España como estado unitario y nación de nuestros padres, que no me extrañaría nada que fuese cierto lo que se afirma en El Semanal Digital: Un grupo en el PP se prepara para relevar a la actual dirección. Si tenemos en cuenta que ESD posee buenos contactos dentro del Partido Popular, formación a la que el medio ha defendido siempre que la ocasión lo requería, lo que ahora se nos dice acerca de movimientos contestatarios en el seno de los populares representa una auténtica voz de alarma respecto a la posible fractura de la derecha, algo que equivale a cederles el poder para los restos a los sectarios que ahora mandan bajo la consigna polanquista de "que me odien con tal de que me teman". ¡Dios, no quiero ni sospechar que pudieran aguardarnos otros 14 o más años de zapaterismo! Sería reeditar la insoportable y megacorrupta época González, pero en esta ocasión a cargo de un tipo espantadizo que solamente sabe decirle que no a las víctimas del terrorismo.


Por otra parte, da la impresión de que Rajoy no se encuentra asesorado como debiera, porque con la que está cayendo en el socialismo catalán y las barbaridades que a diario surgen de la Moncloa o sus aledaños, sirva de ejemplo el encuentro trapichero y siniestro entre ZP y el etarrófilo Carod, es evidente que se pone poca o ninguna carne en el asador para que el ciudadano español sea conciente de que le están rifando la patria y además a precio de saldo. Nadie pide, desde luego, que el PP use a diario el método de la pancarta, con manifestaciones continuadas en cada fin de semana (tan propias del sectarismo de la izquierda en temas de menor calado) hasta las elecciones del 2008 o de cuando sean, que ya veremos si con tantos traidores e irresponsables como se integran en el actual gobierno y su banda de cómplices esto no revienta antes, pero que de vez en cuando el PP convoque al pueblo en general y a sus bases en particular, nada menos que 700.000 militantes, es algo que todos esperamos desde hace meses que se haga. Y mucho más ahora que ZP ha puesto al botones y a su hijo de cuatro años (el del botones) para que negocien con los populares lo del cambio en la Constitución y los estatutos. Eso sí, a la par habrá otras dos mesas de negociación con Izquierda Unida y los separatistas de ERC, en las que todo apunta a que las transacciones y pactos se tomarán mucho más en serio por los social-sectarios. 

El PP debe convocar con tiempo manifestaciones en defensa de España, mentalizando a los posibles participantes de que se trataría de una jornada de resistencia ante los vende patrias, un acto a modo de protesta clara de esas miles y miles de personas disconformes con una política claudicante de ZP que nos lleva a la balcanización del Estado más antiguo de Europa. Las concentraciones podrían convocarse en las principales ciudades españolas, comenzando por las vascas, que es donde se celebrarán las siguientes elecciones amañadas por los cismáticos del régimen nacionalista vasco. Y digo amañadas perfectamente consciente de que no hay exageración alguna en el término. Qué mayor artificio o amaño, si no, representa incluir el posible referéndum de independencia en el programa electoral, según pretenden PNV-EA, cuando se sabe que allí el voto no es libre y hay 383.000 exiliados por las amenazas y el asco. 

Se trata de que Zapatero, máximo responsable de la inmoralidad política que hoy asola España y conculcador a las primeras de cambio del acuerdo que estableció con Rajoy para la posible reforma constitucional, reciba un poco de su propia medicina y comience a ver claro de una puñetera vez que no le va a salir gratis arrinconar a la mitad de los ciudadanos. Sí, arrinconar a la mitad, que es el método usado en Vascongadas y Cataluña por su clase política para consolidar lo que allí son regímenes pseudos democráticos donde la libertad se halla al servicio de los déspotas, cuyo método de gobierno consiste en usar a una parte de la población para someter a la otra. 

No, señor Rajoy, no me extraña nada que sea cierta la noticia de El Semanal Digital, porque usted no lo está haciendo bien, salvo el discurso ante Ibarreche, ni con la energía que corresponde usar frente a los inmorales que desean silenciarnos o sumarnos abatidos a la causa del conformismo. Piense en lo que decía Thomas Jefferson, uno de los padres de la gran nación norteamericana: Los timoratos prefieren vivir al abrigo del despotismo antes que aventurarse por el proceloso mar de la libertad. Si el señor Rodríguez Zapatero no tendrá nada o casi nada sobre lo que gobernar cuando se desmenuce lo que gente como él llama este país, usted, como jefe de la oposición y principal candidato a relevarle y poner un poco de orden en España, tampoco tendrá ninguna opción si deja que pase el cadáver de nuestra patria ante la puerta de su casa. De modo, señor Rajoy, que procure recordar que solamente es digno de la libertad (o de la más alta magistratura política) aquel que sabe conquistarla. ¿Es este su caso?

Publicado el 1 de marzo de 2005

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