Hoy podemos leer en La Razón cinco noticias relacionadas entre sí. Cada una de ellas y todas en su conjunto manifiestan que la izquierda y el nacionalismo se pasan las leyes por un determinado lugar siempre que les apetece. Usualmente, ambas ideologías mantienen vínculos de consanguinidad con la arbitrariedad y el desafío de las normas. Eso es así porque no persiguen el bien común, sino que sólo les interesa el poder para sus respectivas mafias, sea para alcanzarlo o sea para mantenerlo. Eso es así porque contra el tan cacareado talante de la izquierda, que finge con hipocresía solucionarlo todo mediante grandes dosis de libertad y diálogo, en realidad jamás usa ni lo uno ni lo otro ni tiene intención alguna de usarlos, salvo que sea en provecho propio.
1. El presidente del Parlamento vasco, Atucha, ha desoído doce requerimientos del Tribunal Supremo. El fiscal general del Estado, Conde-Pumpido, anuncia que tiene previsto solicitar la absolución de Atucha.
2. Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias, estudia presentar una denuncia por prevaricación contra Conde-Pumpido.
3. Por su parte, el PNV, mediante una terna elegida en el Parlamento vasco, trató de colar un juez de su cuerda que cubriese la vacante en la Sala del Tribunal Superior de Justicia vasco que tramitará el caso Atucha. El Pleno del Consejo General del Poder Judicial rechazó ayer a los tres candidatos del PNV.
4. Imaz, el presidente del PNV, acusa al Poder Judicial de dedicarse a hacer política en lugar de gobernar la Justicia.
5. El PSOE y sus aliados en el Parlamento impiden que el fiscal general del Estado dé cuentas ante la Cámara de su pasividad en el caso Atucha.
Publicado el 24 de febrero de 2005
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