Los que llevan más de 40 años dando el cante y jamás se darán por satisfechos |
Cuando uno mira en las fotos a Maragall advierte enseguida que sólo es posible descubrirle dos gestos: 1. O está sonriente, señal de que acaba de lanzar su impertinencia de turno, su bravuconada. 2. O bien tiene la facción adusta, lo que indica que a esa impertinencia se le ha contestado desde la oposición, en este caso el PP, puesto que no hay nadie más que desee objetivos distintos a los suyos, o desde las filas de su propio partido, donde por lo común resopla el socialista Ibarra desde su cortijo extremeño y calla como un muerto ZP,
Libertad Digital, vía EFE, nos informa del enésimo encuentro de Maragall con los redactores del Periódico de Catalunya, ese diario jacobino y tergiversador que mantiene como primera figura de sus dominicales al President catalán, quien a su vez, sin pudor alguno, comprueba que no tiene más que tocar la campanilla de sobremesa para que el director, un tal Franco el grasiento, acuda servicial al Palau y ponga ocho o diez páginas a disposición de los disparates y calenturas de don Pasquale.
En la última entrega de esta historia interminable de despropósitos nacionalistas, Maragall nos ilustra hoy con una afirmación: En Madrid, no hablo de España, ni de otros sitios, hablo de Madrid, cuesta entender que los cambios no son contra España, sino a favor de la España plural. Y uno, que aunque no sea de Madrid tiene tan pocas entendedoras como los de allí, se pregunta: ¿Qué es la España plural? ¿Cómo se definiría la España plural? ¿No sería mejor concretar primero la idea de España plural y luego proponerle a los ciudadanos si la quieren?
Como si hubiese escuchado mis preguntas, Maragall pone como ejemplo el modelo federalista alemán, donde uno de los "landers" es el Estado libre de Baviera, al que compara con Cataluña. No sé en qué se parecerá Baviera a Cataluña. Si observamos su población, extensión territorial o riqueza, Baviera es más del doble en todo que Cataluña. Además, Baviera tiene historia como estado independiente, algo que le falta a Cataluña. En fin, lo que parece bastante claro es que Maragall, como buen socialfascista que es, confunde la realidad con sus deseos y no es que diga que Cataluña y Baviera son iguales, que sí lo da a entender, sino que le gustaría que fuesen iguales.
Pero esas afirmaciones son cantos de sirena para los bobos y los previamente convencidos, porque los gobiernos de los estados en Alemania si bien cuentan con amplios poderes, como capacidad para recaudar impuestos (igual que en Cataluña, o si no de qué las tasas al combustible, o la turística, etc.), elaborar las políticas educativas y culturales (igual que en Cataluña, o si no de qué la inmersión lingüística), y mantener un cuerpo de policía (igual que en Cataluña, o si no de qué los Mossos d'Escuadra). Cada estado dispone de una asamblea elegida por sufragio, que elige a un ministro-presidente (igual que en Cataluña, o si no de qué el Parlament y de qué el President).
Naturalmente, lo que Maragall no dice es que aun cuando los gobiernos de los estados federados alemanes controlan la educación, un sistema muy severo de coordinación nacional (que en España correspondería a la Alta Inspección del Estado) asegura que los requisitos del sistema escolar sean los mismos en todo el país (algo que aquí no sucede hace años). De modo que en Alemania es impensable un período de adoctrinamiento nacionalista anti unidad alemana en cualquiera de sus landers, sobre todo en Baviera, mientras que en Cataluña no se ha hecho otra cosa que adoctrinar desde el 78 en adelante, cuando se transfirió la educación y comenzó a crearse la anti España y el fet diferencial.
Por otra parte, ese mismo Maragall que pretende introducir en el nuevo Estatuto catalán que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña sea la última instancia para los ciudadanos de su comunidad, ignora expresamente que en Alemania funcionan varios tribunales federales de garantías: El tribunal superior según la Ley Fundamental es el Bundesverfassungsgericht (Tribunal Constitucional Federal), que se encuentra en Karlsruhe. Es el intérprete final de la Ley Fundamental en todos los litigios. Existen otros seis importantes tribunales nacionales (el Tribunal Federal de Justicia, el Tribunal Federal Administrativo, el Tribunal Financiero Federal, el Tribunal Federal de Trabajo, el Tribunal Federal de Asuntos Sociales y el Tribunal Federal de Patentes). Cada estado tiene una serie de tribunales encabezados por un Oberlandsgericht (Tribunal Superior del Estado).
Por lo que hemos visto, este socialista de salón que es don Pasquale sólo se fija en lo que le interesa y además pretende un Consejo General del Poder Judicial de ámbito exclusivo catalán. Podría extenderme bastante más, pero de momento basta para desenmascarar las reiteradas falsedades del personaje. Si de verdad quisiera una España plural, debería contentarse con la que ya tenemos, que como se ha demostrado goza de amplia pluralidad en todos los sentidos. Pero no, como buen socialfascista que es no puede evitar sus demandas reiteradas, siempre querrá más y la culpa será siempre de Madrid, que es ese algo abstracto usado por los nacionalistas para evitar pronunciar la palabra España.
Artículo publicado el 15 de noviembre de 2004
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