viernes, 1 de diciembre de 2017

La claridad de Acebes


Una de las cosas que la ciudadanía demanda habitualmente a los políticos profesionales es la claridad. Claridad en las propuestas, en las ideas y en los análisis. La llegada a la Presidencia del Gobierno de José María Aznar abría las puertas a una nueva manera de entender la política: decir lo que se hace y hacer lo que se dice. Día a día quedaban más lejos las etapas del "consenso” (Suárez, Calvo Bustelo –no Sotelo, por favor) y la del “trilerismo” (González). Naturalmente que marcar unas líneas claras en política (atlantismo, equilibrio presupuestario, antiterrorismo, unidad nacional) no le salió precisamente gratis al ex presidente. De entrada, y antes de llegar al Poder, sufrió un terrible atentado terrorista del que salvó la vida de milagro. Durante su mandato, tuvo que soportar el vendaval terrorista y nacionalista; y en los últimos tiempos, aprovechando ciertas catástrofes, se le echaron encima todos los batallones callejeros progresistas, reclamando no sé bien qué porque el PP indemnizó a las personas dañadas por el Prestige antes de que el Estado hubiese pagado los daños causados en el accidente marítimo que tuvo lugar una década antes.
Desde la retirada de José María Aznar, cuesta bastante encontrar a personajes del mundo de la política que se expresen con la claridad y contundencia que el pueblo llano suele demandar. Pero una claridad coherente. A diferencia de otros, Ángel Acebes es una de esas excepciones que a uno le permiten vislumbrar un haz de luz y de esperanza entre tanto demagogo, oportunista falso y trepa. Sus mensajes son claros os y coherentes. A Acebes le suele importar bastante poco el rédito electoral cortoplacista de sus mensajes, sabiendo que manteniendo una línea coherente, a la larga obtendrá el apoyo popular de, al menos, quienes coinciden ideológicamente con él. Que no es poco. Su actuación en la Comisión del 11-M y sus certeros análisis antiterroristas deberían ilustrar los manuales de todas las facultades de Ciencias Políticas. Vaya pues, desde estas líneas, nuestro aplauso para este político. En los momentos en los que su Partido está viviendo una importante transición, y en los que a alguno se le debería escuchar de manera más lisa, llana y menos profesoral, los mensajes de Ángel Acebes resuenan en la conciencia de los falsos y los kerenskys tibios.

Autor: Smith
Artículo publicado el 16 de noviembre de 2004

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.