Hay personas que son capaces de perder a chorros su dignidad, con tal de conseguir una meta. No es éste el caso de hoy porque, en el concierto internacional, José Luis Rodríguez Tancredo Poncio Zapatero y Curro Desatinos han perdido ya hasta el último átomo de nuestra -porque a todos nos representan- dignidad desde hace muchos meses.
Da la coincidencia que tenemos una clase dirigente tan espabilada, que ha intentado humillar nada menos que a la primera potencia mundial. Se hizo un infantil, pero carísimo, feo a la bandera -que es como decir la nación- norteamericana; se culpó del atentado islamista del 11-M a la política exterior de los norteamericanos y de Aznar; se abandonó a los EEUU a su suerte en Irak; se retiraron las tropas españolas incluso antes de lo previsto; se exhortó de manera pública en Túnez a que se siguieran nuestros cobardes pasos; se intentó resquebrajar la coalición antiirakí; se pidió a Inglaterra (hay que ser imbécil) que rompiera su secular alianza con los norteamericanos; se cuestionó toda la política global antiterrorista y democratizadora de los aliados, etc. ¡Menudo juego el de creerse lo que no somos! Mientras, el Presidente del partido gobernante se abraza con el enemigo más cercano geográficamente que tienen los EEUU y que no es otro que el dictador Fidel Castro. Y para colmo, el Presidente del Gobierno demuestra una predilección hacia regímenes caudillistas como el de Chávez y hacia naciones tercermundistas de extraño calado como Mongolia, que no destacan precisamente por su occidentalismo.
Cuando todas estas cosas y muchas otras más suceden en la España zapateril y moratinesca, ¿a quién le puede extrañar que una persona de la preparación política de Condoleezza Rice no haga el más mínimo caso al rocambolesco Moratinos? Es más, cualquier mujer medianamente inteligente y que fuera asaltada de manera imprevista por un sujeto de aspecto moratinesco, seguramente hubiera salido del entuerto en décimas de segundo, pero, por lo visto, Rice es una persona bastante educada.
Entre dos y cinco minutos señalan distintas fuentes que duró el desatinadísmo y antidiplomático abordaje de Curro a Condoleeza. Saludo de cortesía más bien frío; Condoleeza busca a quién agarrarse para salir del atolladero; qué tal tiempo hace y poco más. Igual que cuando Arias Navarro y su ministro de AAEE abordaron a Breznev en los pasillos de la Cumbre de Helsinki. A ese punto hemos regresado. Treinta años de avances para ésto… Diga lo que diga Desatinos, el resultado: pobrísima agenda política EEUU-España; inexistencia encuentros bilaterales previstos; ninguna reunión futura Bush-ZP; y lo que es más importante: Estados Unidos ha dejado de lado para siempre a España como aliado preferencial junto a Inglaterra. Aun cuando vuelva el PP al Gobierno, ya hemos demostrado que no somos un país fiable, porque en cuanto la izquierda antiyankee gana las elecciones, se trituran los buenos haceres de otros gobiernos. Blair es miembro destacado de la Internacional Socialista y las relaciones EEUU-Inglaterra no se han resentido lo más mínimo. El laborismo británico entró en el siglo XXI hace décadas, mientras que el socialismo carpetovetónico se enfanga en un neomarxismo y un antiamericanismo verdaderamente tercermundistas. Inglaterra es un aliado fiable. España, no.
Para más INRI, Alemania y Francia, después de jugar un papel remolón en la crisis de Irak, han sabido congratularse con los EEUU y Condoleeza ha estado con sus mandatarios sin mayor problema. En este asunto Rodríguez ha demostrado ser más Tancredo que nunca, porque Francia y Alemania envidiaban la situación española de la era Aznar y, creyendo que estos países iban a invitarnos a compartir su status quo internacional, ha resultado que lo único que han hecho, ha sido intentar colocarse en nuestra anterior situación. ¡Qué jugada magistral! Para una vez que nos habíamos enganchado al primer vagón del tren de la Historia, se nos manda al furgón de cola. Gracias Zetapé. Gracias Desatinos. Que Dios os lo pague.
Autor: Smith
Publicado el 10 de febrero de 2005
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