Uno de los principios en los que el liberalismo político se fundamenta, es respetar escrupulosamente la soberanía nacional, ejercida a través de los representantes políticos elegidos en consulta democrática.
A veces, las tecnologías modernas hacen que las votaciones tengan algunos fallos inesperados...o amañados, como en el caso del Parlamento vasco, donde, al parecer, no es la primera vez que los duendecillos de los sistemas electrónicos pasan una mala jugada a la oposición.
Pero ahí estaba el neocarlista Atucha, a la sazón Presidente del Parlamento de "Euzkadi", dispuesto a negarse a repetir la votación. Parece ser que, el otrora elogiado Consejero del Interior del Gobierno vasco, recordaba esta mañana interiormente para sus adentros aquella frase antiliberal: "el libre pensamiento proclamo en alta voz y muera el que no piensa igual que pienso yo".
Autor: Smith
Publicado el 28 de diciembre de 2004
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