Pepe Bono siempre se ha caracterizado por sus excesos demagógicos: grandilocuentes gesticulaciones de cara a la galería y posiciones políticas claramente populistas. Un populismo de medio pelo, no se vayan a pensar ustedes; acuérdense de las listas de maltratadores que quería exponer en las plazas públicas de los pueblos manchegos…
Con la llegada de la democracia, los partidos políticos amaricomplejinados de la derecha optaron, como hizo José María Aznar, por hacer la vista gorda de los asuntos más oscuros del pasado de los gobiernos anteriores a los suyos. Y conste que, en 1996 el PP lo tenía muy fácil: ¿hace falta recordar los casos de corrupción socialista que abordaban los periodistas españoles en los últimos tiempos del Felipato? Una breve incursión por el GAL hubiera sido suficiente para haber hecho callar la boca a los socialistas durante una buena temporada. En vez de eso, y con una ¿elegancia o pacto? un poco sorprendente, Aznar optó por obviar el pasado y dejar al PSOE bien tranquilo…
Cuando Alfonso Guerra y Felipe González eran en quebradero de cabeza de Adolfo Suárez, éstos no dudaron en amenazar con -creo que emplearon esta expresión- “levantar las alfombras” monclovitas para descubrir no se sabe bien qué cosas. Se creía el ladrón que todos eran de su condición. Pues bien. En el año 2004 y bajo la nueva Era del Talante, parece que el PSOE no va a dejar pasar ninguna del pasado al PP. No les bastó con aprovecharse de desgracias ajenas de todo tipo: Prestige, Guerra de Irak, Yak-42, 11-M. Es que ahora van a pasar revista a la mala gestión de la única en la que realmente, y en los mandos intermedios, ojo, se hicieron mal las cosas. ¡Como si se hubiera explicado con claridad en el Parlamento el GAL a todos los españoles!
Sinceramente, qué asco nos ha dado ver gesticular en el Parlamento a Bono, explotando el dolor de las familias de las víctimas del accidente de aviación, todo ello con tal de ganar un puñado de votos y popularidad y dejar en evidencia a la oposición, desarmada de antemano por la delicadeza del tema. Un tema un poco pasadito ya, por cierto. A Bono, experto en estas lides populistas y demagógicas, y se le notaba que estaba en su salsa. ¡Con qué furia ha arremetido contra Trillo, Zaplana y el Gobierno anterior! ¿Volverá el PP a hacer el primo en el futuro cuando estos vuelvan al trinque o –esperemos que esto no- al GAL?
Autor: Smith
Artículo publicado el 21 de octubre de 2004
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