jueves, 6 de diciembre de 2018

Lorca


He paseado las calles de Lorca en varias ocasiones, es lógico, se trata de una población vecina al pueblo donde yo resido. Ahora tardaré algún tiempo en volver: se me podría partir el corazón de tristeza ante la desolación producida no ya en las viviendas de los lorquinos, esos herederos de la Ciudad del Sol de tan alegre carácter, sino porque ha sido afectada casi la totalidad de su inmenso patrimonio monumental, en muchos casos antiquísimo y con restos que proceden incluso de la Edad del Bronce, que comprende una colegiata deslumbrante (gran desconocida), así como docenas de iglesias, conventos, palacios, plazas, patios, cuarteles, pósitos, columnas miliarias, puentes y museos. Sin contar un gran castillo precisamente en restauración. 

Todo mi aprecio para los lorquinos, habitantes del municipio colindante donde sentí con gran fuerza un seísmo que, casi al momento, me hizo sospechar el gran mal que ocasionaría a quienes lo sufrieran de lleno. Vaya para todos ellos mi mejor deseo.

Autor: Policronio
Publicado el 13 de mayo de 2011

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