Cada uno de los terrones del mapa de la España cuarteada, o por mejor decir de Expaña, representa no sólo cada una de las facetas económicas en plena aridez (dígase qué actividad funciona hoy en día), sino la extrema sequedad de los valores morales y democráticos que ya se han perdido o van camino de perderse. Unos valores donde la falta de justicia es asombrosa, como lo demuestra el hecho de que el Tribunal Constitucional lleve cuatro años sin saber qué hacer con el estatuto de Cataluña, mientras recibe presiones políticas y amenazas de todo tipo, y la izquierda en el poder intenta elevar a la categoría de héroe a un juez triplemente encausado por prevaricación, al que desea convertir en banderín de enganche para movilizar a los desencantados.
De cómo hemos llegado a tal grado de regresión moral y social, donde la corrupción se reparte de norte a sur en el solar patrio y las fuerzas cismáticas marcan con nitidez la pauta de nuestro futuro, trata hoy el artículo de Roberto Centeno en El Confidencial. Un artículo titulado ‘¿Cuándo se jodió España?’ que analiza los porqués de adonde hemos llegado. Se dirá de Centeno que no deja de escribir bajo la óptica del pesimismo, y es posible que no le falte razón a quien lo diga. Pero no olvidemos que el pesimista suele ser un individuo bien informado.
Este es el primer párrafo de su artículo:
Aunque la mayoría prefiera las ilusiones falsas a la realidad, España se desliza hacia un desastre económico y social sin precedentes, cuyo momento culminante será la quiebra de las cuentas públicas, a partir de la cual nos espera, en palabras del economista jefe de Bloomberg para Europa, “un largo valle de sombras”, donde van a hacer agua todas las grandes conquistas sociales de los últimos 50 años, desde la clase media, al sistema de pensiones, pasando por sistema nacional de salud y las prestaciones a los parados. Es evidente que la incompetencia oceánica, el sectarismo radical, y la carencia absoluta de sentido del Estado de José Luis Rodríguez Zapatero han acelerado el proceso, pero no es el único culpable. Nuestra ruina comenzó mucho antes.
Autor: Policronio
Publicado el 12 de abril de 2010
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