La progresía callejera, belicosa y revanchista, que en su momento tanto contribuyera a llevar a Zapatero al poder, vuelve por sus fueros. Por fin. El magno cónclave de exaltación y defensa del Justiciero Universal, que como la izquierda que le patrocina sólo ha de responder ante el Progreso y la Memoria Histórica, no ha sido más que la primera gran demostración de fuerza. No ha faltado nadie a la cita: Abuelos Cebolleta que juegan a hacer la revolución, jóvenes 'perroflautas' y 'pijiprogres' criados a los pechos del totalitarismo, artistas e 'intelectuales' 'zejateros' que parecen haber despertado definitivamente de su largo letargo al abrigo de la prebenda, liberados sindicales que han tenido a bien esforzarse en hacer 'horas extra' para movilizarse masivamente contra el paro... de Garzón.
Fiscal Jiménez Villarejo |
Sin embargo, y pese a que los intervinientes en la congregación 'progre' parecían competir por quién emitía el mayor disparate, la estrella indiscutible fue Carlos Jiménez Villarejo: Amén de tío carnal de la actual Ministra de Sanidad doña Trinidad Jiménez, todo un símbolo del antifranquismo retrospectivo que distingue a gran parte de nuestra izquierda. ¡Si sabrá de 'cómplices de tortura' él, cuando en los años 60, en pleno franquismo, ya ejercía de Fiscal! Aunque, claro, si los hubo, no hay noticia de que los denunciara entonces; ni tampoco los desmanes de ese Tribunal de Orden Público al que asegura que pertenecían determinados magistrados que se atreven a encausar al valeroso adalid universal de las esencias progresistas.
Pero no nos engañemos: El procesamiento de Baltasar Garzón no representa más que una coartada. Tan afrentoso y aparatoso alarde 'antisistema' supone en realidad el primer gran acto de 'agit-prop' de los resortes del zapaterismo contra 'la derecha', de los muchos que van a tener lugar de aquí a las elecciones generales. Se trata ni más ni menos que de retornar a la estrategia desestabilizadora y agresiva que se emprendiera a partir del hundimiento del 'Prestige', que se intensificó con motivo de la guerra de Irak y que alcanzó su clímax durante la jornada de reflexión del 13-M. Así pues, debemos prepararnos para lo peor. Ya se lo decía Zapatero a Gabilondo en aquella pequeña conversación confidencial: 'Nos conviene que haya tensión'. Y más ahora, cuando el PSOE anda mal en las encuestas.
Autor: Pedro Moya
Publicado el 16 de abril de 2010
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