Cola Lliure, cava Sant Jordi, bebida energética Desperta Ferro, Whisky Jaume I...

Despensa nazi.

A los nazis catalanes no les preocupa comer y beber mierda pura con tal de que los productos lleven una marca de ‘casa’ y una etiqueta en el idioma ‘propio’. Dicho queda del modo más descriptivo posible. Veamos, hacer alusión a que la tropa cismática se ha desquiciado (a las pruebas me remito) sería una forma casi amable, rozando la misericordia, de describirles el instinto exaltado y canallesco que les mueve a crear iniciativas de todo tipo, incluyendo las de carácter comercial (no olvidemos que la subvencionada Omnium Cultural pidió en primer lugar el boicot a los productos españoles), con tal de seguir adelante en un proyecto que pretenden lograr mediante la opresión, la arbitrariedad, el engaño y la xenofobia. 

De una aspiración tan infame y miserable, por la inmoralidad de los medios usados para lograr el fin, da idea un simple hecho de lo más evidente: A pesar de los 30 años de adoctrinamiento intensivo, la independencia solamente es secundada por una minoría escuálida, como se ha visto en la última consulta celebrada, plagada de trampas y efectuada en poblaciones teóricamente con más simpatizantes y que se ha quedado en el 17% de participación. Ahora bien, la condición pertinaz de esta gentuza que vive por y para fomentar la secesión (los organizadores chupan del bote) o de la masa borrega e ignorante que les secunda (muchos de ellos educados en la causa desde su más tierna infancia) les hace creer que con el tiempo se convertirán en una mayoría determinante. ¡Pobres imbéciles fanatizados!

La última proeza nazi que me ha llegado viene reflejada en esta página de El Confidencial Autonómico [enlace roto] y alude a la creación de una serie de productos que consideran ‘nacionales’ y son, entre ellos, de obligado consumo. Por otra parte, según comenta el confidencia aludido, ‘dentro del grupo empresarial destaca la participación activa de la Red de Establecimientos con Conciencia Nacional (en catalán, XECNA, Xarxa d´establiments amb consciència nacional), una cooperativa encargada de fabricar y distribuir productos para los patriotas catalanes más conscientes’.

No tengo ninguna duda, aquí los únicos beneficiados son los promotores de la cooperativa XECNA. El resto, unos infelices sin personalidad alguna que les hacen el juego y se muestran dispuestos a consumir a todas horas el cóctel ‘Catalunya-Lliure’, preparado con Cola Lliure y whisky Jaume I. Cada vez lo tengo más claro: Estos tipos estrafalarios se extinguirán como consecuencia del ridículo que hacen y del desprecio que despiertan, que son las peores pruebas que deben superar los que se toman a sí mismo tan en serio. 

Autor: Policronio

Publicado el 26 de mayo de 2010