viernes, 2 de noviembre de 2018

Carrillo se perdona a sí mismo

Santiago Carrillo.


Por otra parte, lo que se le ha olvidado decir al ‘Marqués de Paracuellos’ es que su instinto asesino y genocida de entonces, incluso con sus propios camaradas comunistas (no olvidemos que hace las declaraciones para promocionar un libro titulado “Los viejos camaradas”), dista mucho de ese pecadillo venial que ahora considera solamente un simple error. De donde se deduce que gente de esta calaña no vacila nada a la hora de comenzar por sí mismo el perdón de cuantos crímenes se han cometido.

Véase, al respecto, este estremecedor artículo donde Julián “El Estudiante”, un joven militante comunista y testigo de la época, relata la intervención de Carrillo en las “checas” de Madrid y en Paracuellos del Jarama. De la boca de Julián salen frases como esta: “El mismo Santiago Carrillo les empujaba hacia la fosa con el pie”. O esta otra que igualmente atribuye a Carrillo: “¡córtale el dedo, leche!”. El artículo es del diario Ya y fue publicado en 1977, despertando entonces un gran revuelo, especialmente por esta imagen.


En el artículo del Ya se narra otro detalle, en este caso menos conocido, respecto al origen de una parte de los asesinatos de Paracuellos: El 14 y 15 de noviembre (1936), después de haber “peinado” Madrid varias veces, al objeto de que no quedara vivo ningún militar [‘sedicioso’], citaron a los que quedaban en libertad en la Casa de la Moneda, bajo la excusa de liquidarles los haberes atrasados. Una vez dentro, los cuatro mil militares se dieron cuenta de que aquello estaba tomado. Habían caído en una trampa. Fueron trasladados en camiones hasta la D.G.S. (Dirección General de Seguridad), en la calle Infantas, y desde allí, a las cárceles habilitadas. A los pocos días fueron llevados a Paracuellos donde se les asesinó en masa.

Con todo, mi opinión es que Santiago Carrillo no debe ser juzgado por tribunal alguno, ya que le ampara una ley de Amnistía de principios de la democracia, además de que en  los años sesenta el franquismo declaró extinguidos los delitos cometidos durante la II República y la Guerra Civil. Eso sí, Carrillo no haría mal en dejar de ofrecernos a diario lecciones de ética y al mismo tiempo, quien tiene tanto que ocultar, debería guardarse muy bien de realizar unas manifestaciones alusivas al pasado y al miedo que mueven a la confrontación abierta en el presente: "En los tiempos de Manuel Fraga el PP daba miedo por su pasado. Hoy por su presente. Yo que he considerado a Fraga como un adversario político toda mi vida, me inspira más tranquilidad que Rajoy".

Autor: Policronio
Publicado el 20 de abril de 2010

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