domingo, 2 de septiembre de 2018

Pinocho Solbes, el ministro que nos merecemos

La munición reglamentaria del gobierno socialista: la mentira, la desfachatez.

Qué lástima que los españoles seamos un pueblo políticamente analfabeto y no le demos ningún valor a la falta de integridad de nuestros representantes. Analfabeto en lo político y logsiano en buena parte de lo demás, que es casi lo mismo. De hecho, si alguno hiciera una de esas mega encuestas que determinan nuestro interés por la política —debe haberlas a docenas, casi todas sin difundir y en manos de Pepiño—, el resultado probablemente podría tabularse en dos apartado, uno pequeñito que quizá no alcance el 1 %, correspondiente a los interesados en la vida pública, más que nada porque poseen algún cargo en cualquier institución, y otro gran apartado con el resto de los encuestados, un 99 % largo, al que por su apatía convendría denominar expresivamente: “Otra de gambas”.


Si no fuese así, es imposible explicar porqué Solbes no ha sido apedreado hoy a la salida del Congreso, después de tener las santas narices de pronunciar esta frase: “Nosotros no hemos negado nunca la crisis”. Ojo, y la ha dicho nada menos que el vicepresidente económico del Gobierno, que no me refiero a uno de esos liberados combativos de la UGT, tan experto como el anterior en soltar falsedades acomodaticias, pero de menor rango, tanto las falsedades como el personaje.

Y encima Solbes ha usado ese plural, “nosotros”, que involucra a todo el Gobierno, dando por sentado que cuando Zapatero se refería a que España se sitúa en la Champions League de la economía, una chulería pronunciada a mediados de septiembre de 2007 y como respuesta a los ya significativos augurios de crisis, en realidad estaba reconociendo que en esa Champions caeríamos en la primera eliminatoria, como así ha sucedido. 

Pues bien, dentro del apartado de ciudadanos incorporados al amplio espectro del “Otra de gambas” —socialistas y socialistos muchos de ellos, para desgracia de España—, a los que ciertamente les interesan poco o nada las declaraciones de cualquier  ministro, Solbes ha debido decir hoy la verdad, ¡la puritita verdad! De ahí que al farsante no le hayan silbado las orejas a su salida de la Cámara.

Me viene ahora a la mente la afirmación del clásico: “Siempre dicen la verdad los que están de acuerdo con lo que nosotros creemos”. Y es que precisamente en el terreno de las creencias, supongo que no digo nada nuevo, el socialismo cree que las mentiras son una munición tan válida como cualquier otra, y a poder ser envueltas en vainas de propaganda. Así, pues, diríase que los zapaterinos usan la mentira con tal descaro —incluso la desfachatez puede llegar a alcanzar el grado de maestría—, que si alguna vez se les escapa una verdad aislada saben de sobras que nadie va a creerles. Esa y no otra es la causa de que el desahogado Solbes haya usado hoy la munición reglamentaria: la mentira, la desfachatez.

Autor: Policronio
Publicado el 24 de septiembre de 2008

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