lunes, 17 de septiembre de 2018

Antisemitismo


A estas alturas de la vida, no debería sorprenderme del tufo antisemita que desprenden las opiniones que pueden leerse en la mayoría de medios de comunicación españoles, ni de que una no pueda mantener una conversación medianamente razonada sin que empiecen a escamparse las perlas tópicas habituales acerca del conflicto.

Básicamente, la visión entre nuestros creadores de opinión es "Israel se escuda en el Holocausto para aplicar la misma moneda a los palestinos". "Israel hace un uso desproporcionado de la fuerza contra la población civil, a la cual masacra sin piedad". "Israel no crea pasillos humanitarios, mata médicos y enfermeros e impide el socorro de la población". "Israel asfixia a la población palestina mediante el bloqueo". "El gran lobby judío de EEUU obliga a sus gobernantes a apoyar a Israel si quieren salir elegidos y tener la legislatura tranquila".


En fin, cojan cualquier periódico estos días y podrán disponer de todos los ejemplos que se quieran. Sin ir más lejos se pueden leer el texto de la declaración de la manifestación del próximo 11 de enero en Madrid, bajo el título "Paremos el genocidio palestino".

Lo cojan por donde lo cojan, nadie de todos estos sesudos analistas es capaz de ofrecer ninguna solución más que Israel pare los ataques, repliegue a sus tropas, y se deje matar poco a poco a base de katyushas. Y cuando se canse, que se disuelva como Estado, que se esparzan en pequeños grupos por el mundo, si les dejan, y recen para que no los vuelvan a someter al exterminio sistemático en la muy civilizada Europa.

Y es que hay mucha indignación con el Estado de Israel (no se atreven a decir simplemente los judíos, no vaya a ser que se les acuse de algo feo, pero es lo que piensan) y casualmente muy poquita con la Autoridad Nacional Palestina o con Egipto.

Mahmud Abás, presidente de la ANP se va a llevar calentitos cinco millones de euros españoles hacia Palestina. Muy bien. ¿Y qué va a hacer con ellos? ¿Va a perseguir a los de Hamás, detenerlos, encarcelarlos, juzgarlos y condenarlos por terrorismo? ¿Va a impedir que lancen un sólo cohete más, va a impedir que se refugien en las escuelas y las mezquitas? ¿Va a ofrecerle a Israel alguna prueba de que desea la paz, como por ejemplo el reconocimiento de su Estado? Lo dudo.

Y en cuanto a Egipto... ¿Por qué nadie le reclama la creación de un corredor humanitario, el reparto de ayuda a la población civil, la libre circulación de personal sanitario o, simplemente, la apertura de sus fronteras y el acogimiento de los refugiados y desplazados? Y ya puestos, que acabe con el contrabando tan lucrativo de todo tipo que se produce por los más de 800 túneles contabilizados oficialmente en Gaza...

Pues porque no interesa, al igual que no interesa lo que sucede en Chechenia, en el Congo, en Sudán y varios sitios más donde los reporteros no entran por cobardía o por sectarismo.

Y a todos los que hablan de uso desproporcionado de la fuerza o de genocidio, recordarles que si Israel quisiera aniquilaría a los palestinos, puesto que tiene suficientes medios para ello. Lo que pasa es que es una democracia, la única que se puede llamar como tal en la zona, y lo que está haciendo es defender a sus ciudadanos, no enviar a sus hijos a la muerte con cinturones de bombas.

Texto: Ángeles Ribes (Firmas invitadas)
Publicado el 9 de enero de 2009

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