La violencia en la franja de Gaza parece no tener fin. |
Si hay que contarlo, contémoslo todo, porque algunos comentarios judeófobos que están apareciendo en Batiburrillo creo que responden al criterio de ese tipo de individuos que no quieren enterarse de la realidad, dejándose arrastrar por las imágenes manipuladas de los medios progres, o de a los que les basta su propio sectarismo izquierdista para creerse dotados del nivel máximo de conocimientos. A vosotros, hipócritas que condenáis una violencia y no la constante violencia inicial que origina la reacción israelí, va dedicado este artículo cargado de argumentos y numerosos datos:
"La ley física nos dice que a toda acción le sigue una reacción. En el plano metafísico, el axioma se entiende, como causa y efecto.
El 12 de septiembre de 2005 con una ceremonia simbólica en Neve Dekalim, culminaron 38 años de ocupación israelí de la franja de Gaza, tras la Guerra de los Seis Días. El general del ejército hebreo Dan Harel, comandante de aquella operación denominada “Última Vigilia”, arrió la bandera de Israel por última vez en Gaza en el marco de la aplicación del Plan de Desconexión que aprobaran el Gobierno de Ariel Sharon y el Parlamento. En ese acto, el por entonces jefe de las Fuerzas Armadas de Israel, Dan Jalutz, afirmó que la entrega significaba el final de la presencia israelí en la franja de Gaza, después de 38 años de lucha contra el terrorismo palestino y de una floreciente colonización judía.
La idea de Israel de entregar tierras a cambio de paz, fue rápidamente desvirtuada.
Apenas se produjo la evacuación de Gaza por el IDF, máquinas excavadoras palestinas, por decisión del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, comenzaron la demolición de la sinagoga del asentamiento de Netzarim. Antes de ello, una multitud de palestinos incendiaron las sinagogas de los asentamientos de Morag, Neve Dekalim y Kfar Darom, e intentaron destruirlas a martillazos al retirarse el ejército israelí. La profanación de los templos fue calificada de “acto bárbaro” por el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Silvan Shalom. Premonitoriamente, el diputado del Partido Religioso Nacional, Shaul Yahalom, manifestó que los palestinos han demostrado su atrocidad y la Autoridad Nacional Palestina, su incapacidad para impedirlo, además de una total incompetencia.
“Esta es la prueba definitiva del futuro terrible que podemos esperar de los terroristas de Gaza”, concluyó el diputado.
El miércoles 25 de enero de 2005, los palestinos realizaron elecciones parlamentarias. El partido oficialista Al Fatah fue derrotado en los escrutinios por el grupo islámico extremista Hamas, que obtuvo una mayoría rotunda en el Consejo Legislativo Palestino de 132 escaños. Inmediatamente después de esos resultados, el Primer Ministro Ahmed Qurei, perteneciente a Al Fatah, dimitió junto con su gabinete.
De esa manera, el partido político fundado por Yasser Arafat, socavado por la corrupción y el descrédito, cedió el gobierno, al grupo terrorista Hamas.
Luego de tres meses de la formación de un Gobierno de Unidad Nacional entre Al Fatah y el Hamas, crueles luchas intestinas se desataron entre ambas facciones. La violencia fratricida incluyó el asesinato de los tres hijos menores de uno de los jefes de la inteligencia palestina leales al presidente Abbas. En Gaza y también en Cisjordania, son una constante la proliferación de bandas criminales y las rivalidades entre clanes palestinos.
Desde la asunción plena del gobierno en Gaza, el Hamas, el grupo terrorista que niega la existencia del Estado de Israel y que fue acusado por la organización humanitaria Human Rights Watch de cometer crímenes de guerra y contra la humanidad, lanzó más de cinco mil misiles al territorio judío.
Hace poco más de seis meses, Israel y el Hamas, acordaron una tregua ya expirada, que el grupo terrorista nunca respetó.
Los habitantes israelíes de las ciudades de Sderot y Ashkelon que desde hace años deben protegerse en refugios y tienen alterada su vida normal, sufrieron en la última semana una andanada de cohetes Al Kassam y Grad. Más de 80 misiles fueron lanzados en un solo día en un claro desafío y provocación que llegaron al paroxismo cuando los terroristas del Hamas alardeaban que Israel estaba confundido y no sabía cómo reaccionar. Con cruel sarcasmo, declararon que en caso de que Israel se animase a entrar en Gaza, iban a secuestrar a una mujer soldado, para que el ya secuestrado Guilad Shalit pudiese formar una familia.
Es impensable, que cualquier país, a excepción pareciera de Israel, no esté obligado a defender a sus ciudadanos de una agresión externa. La comunidad internacional, alegando razones humanitarias, alza su voz de protesta cuando Israel cierra los pasos fronterizos con Gaza, como reacción a los ataques contra su territorio. No se escucha el mismo clamor cuando los misiles azotan al Estado hebreo.
Después de innumerables advertencias al Hamas para que cesaran los ataques con cohetes hacia su población civil, y colmada la paciencia, en una operación que tomó por sorpresa a los terroristas, por el hecho de haberse llevado a cabo el día sagrado judío de Shabat, la Fuerza Aérea de Israel, en la llamada “Operación Reparto de Plomo” bombardeó el sábado en una acción fulminante, más de 100 objetivos neurálgicos de Hamas, causando hasta el momento 280 muertos y centenares de heridos.
En dos oleadas, más de 100 aviones de combate y helicópteros, arrojaron cientos de toneladas de explosivos y docenas de bombas inteligentes en campos de entrenamiento de Hamas, en sus sedes, almacenes de armas, silos subterráneos de misiles y control de centros diseminados por toda la Franja de Gaza.
Los ataques aéreos causaron pánico y confusión en Gaza. Numerosas nubes de humo negro se divisaban en la Franja. La Fuerza Aérea de Israel dijo que había evitado atacar objetivos próximos a las escuelas y dentro de una alta densidad de edificios de departamentos para no afectar a la población civil.
En respuesta, 80 cohetes Kassam, Grad- modelo Katyusha y morteros atacaron el sur de Israel. Uno de los misiles, impactó en un edificio de apartamentos en Netivot, provocando la muerte de Beber Vaknin de 58 años e hiriendo a varias personas más.
Como era previsible, las Naciones Unidas llamaron a un inmediato cese del fuego. Varios países deploraron la violencia y exhortaron al diálogo entre las partes. Otros si bien fustigaron los ataques continuos de misiles por parte del Hamas, denunciaron hipócritamente la “desproporcionada respuesta” ejercida por Israel. Para el diálogo, igual que para el tango, hacen falta dos. Hasta el momento es un soliloquio de Israel, que ejerce el derecho inalienable de proteger a sus ciudadanos del ataque de los terroristas de Hamas, que prometen seguir “la resistencia hasta la última gota de sangre” y promueven una tercer Intifada.
Ante la posibilidad de necesitar emprender una incursión terrestre, Israel concentró tanques y envió infantería al sur. El domingo 28 de diciembre el consejo de ministros de Israel, acordó el envío de miles de reservistas para una eventual operación por tierra, concebida para terminar con la exasperante y continua agresión del Hamas, que exhorta a continuar la lucha, incluyendo ataques suicidas en Israel y sus intereses en el exterior.
Según el ministro de Defensa de Israel Ehud Barak, “Hay un tiempo para la cesación del fuego y un tiempo de lucha, ahora es el momento de luchar ".
Presentación y compilación: Policronio
Autor: Ruben Kaplan (Firmas invitadas)
Fuente: Minuto Digital
Publicado el 30 de diciembre de 2008
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