jueves, 23 de agosto de 2018

La bandera futbolera

Selección Nacional de España en la Eurocopa de 2008.

Debe ser que me he vuelto daltónico, que me he perdido algo o que el zentrum espolvoreado en el ambiente y a traición por el más grande de los próceres del socialismo marianista me ha vuelto definitivamente gilipoyas, o para los puristas, gilipollas.


Vamos a ver. Yo tengo en mi casa una bandera que coloco en el balcón el día de la fiesta Nacional y el de la Constitución y adornada con un crespón negro, cuando se produce un atentado subversivo del orden que garantiza nuestras libertades y que aquélla representa o simboliza. 

Sí, amigos de la cadena “amiga”. También  es un trapo, que si lo miras de frente, aparece de rojo por arriba y por abajo y de gualda en el medio. Igualita igualita, o eso creo, que la que enseña Doña Angels cuando merienda con Don Mariano. El mismo del Plan Galicia… de mierda. ¿Recuerdas, Angels?

Con esa misma bandera, la mismita, o eso creo, que gustan lucir ahora los chicos de Iñaki, me manifesté junto a dos millones de personas, convocado por el antiguo partido de la derecha, en contra de la rendición de la Nación a los pies de una banda terrorista, empeñada en la secesión impuesta por el tiro en la nuca y con buenos amigos donde hay que tenerlos. 

La exhibición de esa bandera, de esa misma, si la vista no me engaña, o mostrar el mínimo aprecio por lo que simboliza, nos ha costado aguantar que los ahora y siempre beneficiados por un alcalde felón y arrugao ante los que le enseñan la foto de la presunta querida, nos llamen franquistas, fachas, retrógrados, etc… 

Y ahora, después de lo que hemos tenido que soportar, resulta que podemos enseñarla, si es que es la misma, ¡podemos!, y enorgullecernos de ella, ¡podemos!,  para que los regalaos del espacio público municipal rentabilicen lo que les ha costado mostrar en televisión, también regalada, como nuestros locos bajitos se parten el cobre para dar una alegría a la afición.

De modo que amigos de Iñaki, sólo me cabe plantearos si podemos arroparnos en la misma bandera, si es que es la misma, para pedir que nadie decida por los titulares de la Soberanía Nacional en los asuntos que a todos conciernen. Si podemos arroparnos en la misma bandera, si es que es la misma, para exigir, sin que nos llaméis fachas, que cualquier niño español pueda estudiar español y en español en cualquiera de los territorios de la Nación. Si podemos arroparnos en la misma bandera, si es que es la misma, para pedir que, de una vez por todas, los poderes públicos competentes se pongan a investigar en serio lo que constituyó una masacre y un atentado a la Nación entera, pertrechada bien cerquita de donde ahora la exhibís con orgullo futbolero.

Si vosotros no podéis responderme, preguntad a Mariano, o a vuestro alcalde amigo. Ellos seguro que pueden. 

Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 27 de junio de 2008

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