lunes, 20 de agosto de 2018

Federico merece el apoyo de los liberales

Desde que abrí Batiburrillo, hace más de 4 años, los programas de Federico Jiménez Losantos en la COPE y el diario Libertad Digital han supuesto sendos referentes —en absoluto únicos— para está modesta bitácora, o si se quiere no tan modesta, ya que 1.3 millones de usuarios han pasado por aquí a interesarse por nuestras opiniones, las cuales luego han compartido, criticado e incluso infamado. Todo lo cual me parece normal, puesto que vivimos en un mundo cada vez más polarizado en las cuestiones políticas y Batiburrillo, como página dedicada a destacar las noticias que conciernen a la vida pública y opinar sobre ellas, desde el primer momento tomó partido a favor de lo que en nuestra opinión es más valioso: La libertad, la Nación española y la igualdad ante la Ley. Valores esenciales para cualquier democracia, que desafortunadamente cada día aparecen más amenazados.

Federico ha venido alertando desde hace un puñado de años sobre la degradación de esos valores y los ha defendido con toda el alma. Su actual punto de vista político, una vez superada la tontuna del rojillo de juventud, viene de muy atrás y se ha mostrado siempre con la misma coherencia ideológica; de ahí su implicación en el nacimiento de Libertad Digital, un medio imprescindible; de ahí sus dos programas estrellas en la COPE, tan escuchados; de ahí su renuncia a vivir placenteramente con el sueldo de columnista destacado y escritor nada vulgar. Luego en Federico tenemos a un hombre bastante desinteresado en lo burgués, en el sentido de vida fácil y tranquila, y todo lo contrario en lo social, es decir, muy sensible respecto al alarmante futuro que nos espera a los españoles. Si hay un refrán que jamás podría aplicarse a la actitud de Federico, es este: “Ande yo caliente, ríase la gente”. No, en absoluto, Federico es una persona comprometida con la época que le ha tocado vivir —el Jovellanos de nuestro tiempo— y no cesa de denunciar la vileza política aun cuando sabe de sobras que algo así le acarreará un rosario de disgustos. Una actitud, la de Federico, que me parece de gran mérito.

Lo digo a título personal, si bien convencido de que unos cuantos lectores de Batiburrillo podrían mostrarse de acuerdo conmigo: ¡Federico, no cambies, mantente firme y conserva la entereza cuanto te sea posible! En la denuncia de Gallardón, recuerda que incluso Jovellanos tuvo a su Godoy, que lo desterró a Mallorca e incluso lo encerró durante siete años en el castillo de Bellver, hasta llegado el 1808. Sigue, pues, en tu línea de denuncia de todo aquello que honradamente creas que perjudica a la libertad y a nuestra patria común. Persevera desde tu trinchera de la COPE, o desde el puesto que ocupes en cada momento, aun cuando un trío de políticos profesionales te haya defraudado ayer y fulminado el ánimo. Piensa que la clase política se ha encanallado de tal modo en España, o lo que queda de ella, que antes o después deberá comenzar a cambiar esta horrorosa trayectoria caracterizada por una felonía muy difundida. Quizá ni tú ni yo lleguemos a ver la sociedad española a nuestro gusto, pero algo así no obsta para que ambos, cada cual en la medida de sus posibilidades, intentemos conservar el fuego sagrado de nuestras inquietudes, un estado de preocupación que juraría se corresponde con el de muchos que aún se consideran españoles.

Autor: Policronio
Publicado el 29 de mayo de 2008

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