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| Javier Arenas Bocanegra, uno de los impulsores, junto al blandito Rajoy, de un PP descafeinado y liofilizado. Vamos, de un partido sin valores claros como en la etapa de Aznar. |
Varios medios de comunicación se han hecho eco de las últimas manifestaciones del nuevo socio de Maricomplejines, S.A. Javier Arenas Bocanegra: «El PP sólo gana si está en el centro y unido». Vivir para ver. Como en los buenos tiempos de militantismo azañista de Aznar, manda el centro. Pero, Javier, lee bien: igual te va a dar, porque con ese discurso no ganas en Andalucía en todo el siglo XXI.
La frase anterior de Arenas no puede ser más desafortunada. Supongamos que el espectro político se divide a grandes rasgos en tres parcelas: izquierda, centro y derecha. Si la izquierda la ocupan PSOE y ese partido necrófilo llamado IU en las zonas de España carentes de nacionalidad "histórica" (que en las otras adopta los nombres más extraños), y el PP ocupa el centro, ¿quién diantres ocupa la derecha? Aquí hay algo que no nos cuadra.
Vemos últimamente a los dirigentes del PP bastante más preocupados por consolidar el "centro" político que sus propios militantes y simpatizantes. No conozco a muchos afiliados del PP que se declaren de centro (por no decir, a ninguno), pero los líderes y cargos están continuamente hablando del centro. ¿Qué pasa pues? ¿Hay que mantener los cargos a cualquier precio? ¿Hay que pasar por lo que no se es? ¿O es que el PP no es un partido de derechas? Y si no es un partido de derechas, que lo digan y "sanseacabó". ¿O es que hay miedo a que Vocento dé la espalda definitivamente al PP? ¡Qué ilusos!, si hace tiempo que están vendidos al socialismo.
Tiene gracia todo esto, porque hay quienes llevan diciendo lo mismo desde hace veinte años y ahora se les llama ultras, fascistas y de extrema derecha. Cuando lo que ocurre realmente es que los Gallardón, Piqué (¿tu quoque Javier?) y Vocento, han ido "centrando" su discurso hacia una socialdemocracia barata, causando "ellos" y no "los otros", el riesgo de fractura en el PP. Los demás están donde estaban, en la derecha. Y si lo que se pretende es aborregar al personal, tapar el 11-M, buscar el voto fácil, ser condescendientes con el nacionalismo y con el socialismo, que lo digan más claro. Lo mismo quienes deseen estar en política para defender unos principios y unos valores y con-ven-cer a la gente de algunas cosas que se consideran imprescindibles para el futuro de España, deciden buscarse otro partido y salir de esta UCD-bis que empieza a dar síntomas de traición, flaqueza y desvergüenza.
Autor: Smith
Publicado el 23 de septiembre de 2006

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