Cualquier postura es defendible por más dañina que sea y todas tienen sus seguidores, el ser humano es así y no van a ser los políticos o los filósofos de este siglo los que le cambien al hombre la condición alienante. No hay más que reparar en los aquelarres que hoy en día siguen practicándose, donde se busca la aparición del propio Satán, o en esas tenidas masónicas en las que el ser supremo es el dios que cada uno lleva dentro, destinadas no a posicionarse a favor de ideas que ennoblecen a nuestra especie, sino esencialmente en contra de cualquier religión acreditada. En uno y otro caso se actúa de tal modo por odio, que no ha dejado de ser el sentimiento de mayor fortaleza en las criaturas desde que el mundo es mundo.
Si hablamos de nuestra patria, un nacionalista periférico lo es porque siente el suficiente odio hacia España, jamás porque profese amor hacia los habitantes de su supuesta nación; ya que de ser así, de amar a sus convecinos, nunca usaría un comportamiento tan xenófobo con más de la mitad de ellos. No es el bien desinteresado hacia los demás lo que lleva a los adictos al satanismo, o a buena parte de la masonería -no toda- y a la totalidad de los nacionalistas a profesar sus respectivas creencias -a veces complementarias, es el odio incontrolado, cargado frecuentemente de rencor, el que mueve sus vidas.
Sin embargo, ese mismo ser humano no pierde su condición inteligente por el simple hecho de haber adoptado una posición aborrecible, de ahí que con bastante frecuencia sepa defender su ideología y contagiar de ella a terceros. El caso más emblemático podríamos hallarlo en el tipo de socialismo que en la actualidad se practica en España, que goza de no pocos seguidores y algunos son maestros en batir el cobre de la propaganda y la defensa a ultranza de sus puntos de vista. Sin embargo, el hecho de que un simpatizante socialista acierte a seleccionar determinados errores de otro partido político, pongamos por caso, no le exime en absoluto de realizar una labor detestable que pretende justificar mediante el método de "aquí somos todos iguales" o "todos han hecho lo mismo e incluso peor".
Lo anterior viene a cuento de ese vídeo que el socialismo ha preparado como respuesta a la gran manifestación de ayer a favor de las víctimas del terrorismo y contra la rendición ante los etarras asesinos. He visto el pistache que han elaborado los secuaces de ZP y todo él no refleja sino una técnica de trabajo de lo más infame. Nada hay más sencillo para cualquier defensor de las causas inicuas, y a fe mía que el vídeo defiende una de ellas, que sacar frases de contexto, enlazarlas y convertir así en cínicos a los que decidieron pronunciarlas. Es un viejo método de los totalitarios y el socialismo está plagado de ellos, de modo que materia prima, o por mejor decir cerebros adictos, no ha de faltarles. Y no olvidemos que cualquier postura es defendible y cuenta con seguidores.
El video no aclara si a esos cortes conectados como un todo les siguieron unos hechos concretos que los respaldasen. No, a los socialistas no les interesa para nada destacar que entre el gobierno del PP y la ETA se estableció un tipo de negociación muy distinta, y mucho más ágil, en la que una vez constatada la nula predisposición etarra para abandonar su actividad delictiva se procedió contra ellos con todo el peso de la ley. En realidad, da la sensación que con ese vídeo ahora se le está diciendo al ciudadano: "Lo ves, el PP le ofreció a la ETA lo mismo que nosotros le ofrecemos. Pero hay una diferencia, nuestro partido no lo criticó porque somos amantes de la paz y ellos no cesan de manifestarse contra el Gobierno".
Si cuanto dice la grabación fuese cierto y no hubiera esa segunda parte que ellos omiten, es decir, la que justifica la decepción del gobierno de Aznar hacia el mundo endemoniado de los etarras -piénsese que la mayor parte de las secuencias datan del año 98-, pronto deberíamos celebrar el décimo aniversario de la desaparición de la maldita banda de asesinos. En suma, el vídeo socialista destaca la presentación (declaraciones más o menos afortunadas de los populares) y hace hincapié en el nudo (traslado a prisiones vascas de una serie de etarras), pero omite el desenlace (aplicación de la Ley tras confirmar que ETA no varió un ápice sus posiciones de siempre). Un verdadero fiasco, por no decir un engaño, si se valora el montaje desde el punto de vista de cualquier obra narrativa que se precie.
Es exactamente igual que si yo me dedicase a plagiar El Quijote con la intención de desacreditarlo, y anotara la palabra FIN después de haber presentado malamente a Alonso Quijano y lo dejara en plena lucha con los molinos de viento. El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha es una obra de 613 páginas, el capítulo VIII arranca en la página 35 y narra el episodio de los molinos de viento, las 578 páginas restantes que siguen a esa secuencia quijotesca son las que el PSOE de ahora ha omitido en su video. Y una cosa así sólo puede ser decidida por un grupo de sinvergüenzas, que es exactamente lo que ellos llaman al presidente de la AVT.
Eso sí, algunos socialistas han copiado en esta bitácora el "selecto" guión de la obra de sus mayores, creyéndose que con la inserción de esos párrafos justificaría la posición indecente de su partido. Cuando, en realidad, ha demostrado que Zapatero no hace más que darle estocadas a los pellejos de vino y con ese "talante" exaltado, que es incapaz de reconocer su fracaso ante los profesionales del delito -no otra cosa son los etarras-, no cesa de manchar, mejor dicho, de enmugrecer a las víctimas del terror y a más de media España. Lo peor del caso es que ZP no pretende la ocupación de la ínsula Barataria, sino su entrega a los que hace décadas desean conquistarla a sangre y fuego.
Autor: Policronio
Publicado el 27 de noviembre de 2006
PD: El PSOE eliminó el vídeo de su Web y de Youtube. Ya no es posible verlo, ni siquiera el resumen. Incluso hubo declaraciones, como la del socialista Manuel Marín, que consideraba perjudicial el vídeo para el proceso de paz.
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