Manifestación en Zaragoza contra la imposición de idioma catalán |
Suponemos que no hará falta explicar quién viene mandando en España de un tiempo a esta parte. Pero lo cierto es que el deterioro de la situación política nacional está llegando a unas cotas de inmundicia que, ni siquiera en el peor de los casos hubiéramos imaginado. Hoy nos hemos enterado a través del diario conservador La Razón que el nacionalismo catalán ha logrado extender sus tentáculos etno-lingüísticos a la nobilísima Comunidad Aragonesa.
De manera indigna, a traición y por la espalda, como siempre hicieron los socialistas antiespañoles, el Presidente de Aragón va a intentar colar el próximo mes de septiembre un anteproyecto claramente colonialista catalán en su propia comunidad autónoma. Por lo visto, siempre habrá Vidkung Quislings para los "Hitlers" de turno. Está claro que pretenden despedazar España y a un ritmo nada despreciable. Sencillamente los socialistas la odian porque asocian la nación española a sus fantasmas del pasado. Fantasmas que, en la mayoría de los casos, fueron fruto y reacción al propio totalitarismo izquierdista.
Cuando tengamos más datos en la mano, analizaremos en Batiburrillo la indigna medida que pretende colar el señor Iglesias a todos los aragoneses. De momento, nos congratulamos con la sana reacción de un buen número de asociaciones aragonesas y del Partido Popular, que pretenden plantar cara al señor Iglesias-Quisling. Lo mínimo que este impresentable tendría que hacer, es respetar los dialectos que perviven en la Franja, comenzando por el chapurriau, y no dar carácter de oficial a una lengua de una comunidad adyacente en claro proceso cultural y político expansionista. ¡Hace falta tener cara!
Autor: Smith
Publicado el 25 de julio de 2005
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