Los antecedentes:
Cuando cierta mañana Blancanieves fue pillada en la cama con un metrosexual de los que ahora se estilan, a la jovencita no se le ocurrió otra cosa que contarle a su madrastra la historia del sapito. Un sapito que hablaba y que encontró en los jardines de palacio. El sapito le dijo que era un príncipe encantado y que hasta que no pasase una noche con una princesita no saldría de su hechizo. Por eso Blancanieves, talantuda y dialogante ella, se llevó al sapito a su cama y pasó la noche con él. Hasta que fue descubierta a la mañana siguiente. La historia concluye afirmando que el sapito no quedó encantado, quedó encantadísimo, algo que los cortesanos del palacio celebraron mucho, especialmente el Mayordomo y el Copero del Rey.
La prueba de la falsedad:
Según informa ABC, la Asociación de Víctimas del Terrorismo presentó una querella contra el Partido Comunista de las Tierras Vascas. La querella llegó a la Audiencia Nacional y el fiscal de la Audiencia recibió órdenes del Fiscal General del Estado, Conde Pumpido, para que informase negativamente y evitar así que la querella prosperase. Esta es, ni más ni menos, la prueba definitiva de que Zapatero tenía un pacto previo con la ETA para permitir que los batasunos-ETA llegasen al Parlamento vasco. Por eso no se impugnó la candidatura de PCTV y por eso, cuando la Vicepresidenta o el ministro de Justicia comentaron en varias ocasiones que no había pruebas en contra del PCTV, los gobernantes socialistas nos mintieron una y otra vez para encubrir sus enjuagues con los terroristas. ¡Queremos un Gobierno que no mienta!
Reparto de papeles:
-ZP como Blancanieves, crédula y lasciva criatura a la par que malvada para fabular de semejante modo y así justificar sus desenfrenos.
-La ETA como el sapito, en su versión descremada del dragón asesino y transgresor de las normas más elementales.
-El simpatizante socialista como la madrastra del cuento, dispuesta a creérselo todo y siempre ciega ante las lujurias políticas.
-Los componentes de la Ejecutiva socialista como cortesanos, deseosos de celebrar muchísimo lo encantado que quedó el príncipe-sapito.
-Rubalcaba como Mayordomo, siempre a las órdenes de los inmorales y pedagogo cuentista de Blancanieves.
-Pepiño Blanco como Copero Mayor, un personaje que no cesa de verter veneno en la copa del ausente, el PP.
La moraleja del cuento, dirigida a los militantes de base:
Haríais bien en ver la realidad de un gobierno inmoral e injusto. Haríais bien en no cargar sobre vuestras conciencias cuanta manipulación y actitudes delictivas son perfectamente achacables a quienes ahora dicen representaros. Despertad de una vez y expulsar a esta gentuza de vuestras filas. Si buscáis el reparto de la riqueza y la justicia y creéis, aunque sea erróneamente, que el mejor camino es el socialismo, tenéis la obligación de escoger a gente decente para llevar adelante esa política. De lo contrario fracasará rotundamente, como siempre ha ocurrido con otros gobiernos socialistas, al haberse mostrado incapaces, por falta de honestidad, de aplicar con equidad los programas de la izquierda. Ahora también es así, también son indecentes y deberíais reconocerlo. Paradlos antes de que sea demasiado tarde para el conjunto de los ciudadanos. No os convirtáis, por un absurdo instinto de fidelidad, en cómplices de la hipocresía y la lascivia política.
Pero claro, escribir el párrafo anterior sería perder el tiempo ante un numeroso colectivo de crédulas madrastras, por eso no voy a escribirlo. El final del cuento, o el vivir del cuento, es algo que cada simpatizante socialista debe averiguar por sí mismo.
Publicado el 21 de mayo de 2005
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