martes, 28 de noviembre de 2017

Las cosas de María Antonia


Recuerdo que, no hace mucho, apareció un libro acerca del nacionalismo vasco en el que se dividía a la clase periodística en función del posicionamiento respecto al “tema vasco”. Los grupos eran los que siguen: periodistas nacionalistas (todos vascos), periodistas constitucionalistas (vascos y del resto de España) y, periodistas no vascos -“de Madrid” según la jerga sabiniana- que desde la distancia, defienden las tesis nacionalistas. Entre esta avanzadilla periodística “abertzale” en la capital de la potencia colonial, -destinada a contrarrestar a la Brunete Mediática, suponemos- se encontraba un personaje del que, cada vez que nos acordamos que estuvo al frente de la dirección de RTVE en tiempos del felipismo, nos tiembla hasta el último átomo del cuerpo. El personaje en cuestión no es otro que, María Antonia Iglesias, contertulia, como todos vds. sabrán, en los debates de María Teresa Campos, antes en Telecinco, ahora en Antenatrés.

Entre las infinitas ideas sectarias de esta sra., que ciertamente no nació para ser Miss España (perdón, Miss Euzkadi), hoy no he podido resistirme a comentarles la siguiente. Para María Antonia Iglesias, el Desfile de la FFAA del 12 de octubre fue “partidista”, asómbrense lectores de Batiburrillo, porque sólo desfiló la bandera bicolor española representando a España y no la tricolor republicana. Y sigue la Iglesias: que la bandera bicolor es cosa de Franco y que, por lo tanto, excluye a los españoles derrotados en la guerra civil y que, por lo tanto, no hubo reconciliación alguna en el desfile del día de la Hispanidad.

El disparate no tendría mayor comentario si redujéramos la crítica a señalar a la mencionada contertulia que la bandera bicolor (rojo y amarillo, que ya no gualda), es un poquillo anterior a 1936 y que con el cambio de escudo se entendió en su momento que el actual régimen integraba a vencedores y vencidos, aunque manteniendo la bandera española tradicional, que no es otra que la actual. Pero lo que queríamos destacar no es otra cosa que la doble vara de medir de María Antonia Iglesias. A esta mujer tan cercana al PNV habría que preguntarle lo siguiente: si la española es una bandera excluyente, por “monárquica”, ¿qué decir de la Ikurriña, bandera oficial del PNV desde hace un siglo en la superdividida sociedad vasca y con la que han tenido que tragar los no nacionalistas y las víctimas del terrorismo? ¡Qué manera de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio la de esta señora! Pero en fin, sigamos esperando que la cordura aterrice algún día en ciertas cabezas de adoquín.

Autor: Smith
Artículo publicado el 14 de octubre de 2004

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