Si el Estado fuera susceptible de ser calificado con atributos humanos diría que el nuestro es un cachondo mental. Una muestra:
Para ir de Ciudad-Real a Ballesteros de Calatrava el camino más corto es coger la carretera de Almuradiel y pasada la Puebla y el puente nuevo sobre el Jabalón, coger una carretera a la derecha, de titularidad provincial, o sea, que su gestión, conservación, explotación, etc., corresponde a la Diputación Provincial, que nos lleva a nuestro destino final.
Pues bien, poco antes de ese desvió por la carretera provincial existe un cruce con otra carretera que viene de Pozuelo de Calatrava. En los ya treinta años que visito Ballesteros de Cva., por razones familiares, habré visto no más de 20 automóviles haciendo la espera en ese cruce y sin embargo, se de varios accidentes graves, sucedidos en la carretera provincial que une la de Almuradiel con la de Ballesteros de Cva. Uno de esos accidentes, por cierto, lo sufrió un hermano de mi mujer.
Y cual es mi sorpresa y de otros muchos automovilistas, cuando llegando a ese cruce con la carretera de Pozuelo de Cva. observo lo que sigue en un cartel de apreciables dimensiones: “Por su seguridad, radar de control de velocidad”.
Digo yo, que por nuestra seguridad, más le valdría a nuestro Estado protector arreglar la carretera que va a Ballesteros desde la de Almuradiel, cuyo estado ya deplorable de por sí, se ha visto agravado por el tráfico de camiones de las obras del Aeropuerto de Ciudad-Real.
A no ser que lo recaudado por el radar de marras se pretenda emplear en arreglar la carretera del pueblo.
Pdta.: Pensaba escribir sobre la conveniencia de nombrar Presidente de la Internacional Liberal a Fidel Castro, pero el “síndrome del manchego” me ha impedido escribir gilipolleces.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 26 de mayo de 2008


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