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| Además de atacar como se merece a la izquierda totalitaria, valga la redundancia, Esperanza Aguirre es un personaje verdaderamente popular. | 
La diferencia entre un político "profesional" y un político popular es que, mientras el primero está pendiente de "su" sueldo, de "su" futuro, de "su" estabilidad, de "su" posición dentro del partido... el político popular, que no necesariamente tiene que ser del Partido Popular, se dedica a Gobernar con eficacia y con hechos, a cantar las verdades del barquero y a hacer la crítica necesaria al adversario político.
Esta semana, la portavoz de IU en la Asamblea (perdonen por esta nominación comunistoide del Parlamento "asambleario") de Madrid, Inés Sabanés, preguntaba por el convenio suscrito por Sanidad con el arzobispado para mantener a la Iglesia católica en los hospitales públicos. Pedía su retirada porque, a decir de la representante marxista, esa medida mantenía la asistencia de una "religión única con fondos públicos". Esperanza Aguirre replicó que "ninguna religión va a imponer criterios éticos en los servicios públicos de la Comunidad". (Pausa) "IU y la ética, señoría...". (nueva pausa) "IU y la ética, es como Jack el Destripador y la inocencia". "Ustedes apoyan a la alcaldesa proetarra de Mondragón, que está ahí gracias a sus votos, que sigue ahí gracias a sus votos, incluso después del asesinato del concejal socialista Isaías Carrasco".
Esta lección de Esperanza Aguirre, esta valentía y descaro, esta manera de situar a los comunistas donde deben, esta manera de decir a la izquierda siniestra que no venga a los demás a darnos clases de ética, cuando tienen cien millones de muertos a sus espaldas, es típico de la gente de verdad, de la gente sin complejos, de la gente que, como Esperanza Aguirre, tiene principios patrióticos y liberales y en política, no sólo se está para defender principios, pero también para ello. También se está en política para ello...
Autor: Smith
Publicado el 4 de mayo de 2008
 
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