miércoles, 3 de enero de 2018

Murcia, 14-J, únete virtualmente a la manifestación


Amigos de Batiburrillo y Red Liberal, pido que os unáis virtualmente a una manifestación que los murcianos tenemos prevista para mañana. Deja aquí tu apoyo si eres de los que piensan que la reivindicación es justa o te gusta la frutita que recogemos cuando se puede y os enviamos. Bastará con que dejes una nota que diga: Me gustaría estar allí o algo similar. Si no lo crees, expón tus razones. A continuación expongo yo las mías: 


Convocada por la Asociación de Regantes, está previsto que mañana jueves, día 14, se celebre en Murcia una manifestación que solicitará un mayor aporte del trasvase de agua procedente del Tajo. También se realizará en apoyo de que ese trasvase Tajo-Segura no tenga los años contados, como afirmó recientemente el presidente de la comunidad de Castilla-La Mancha. Se espera en Murcia la presencia de Mariano Rajoy, al frente del Partido Popular, y tanto los socialistas murcianos como los sindicatos UGT y CC.OO también han confirmado ya su participación. No así Izquierda Unida, cuyo coordinador, José Antonio Pujante, ha manifestado que por coherencia no asistirá (sic).

Si tratáramos de averiguar si esa manifestación está justificada o no, lo primero que deberíamos saber es qué está pasado aquí. Veamos: Para que no se produzcan los trasvases de agua al río Segura (Murcia-Alicante-Almería-Albacete), las normas fijan un mínimo de 240 Hm3 en los pantanos del Tajo (Entrepeñas-Buendía), cantidad que se considera de reserva para abastecer de agua, por un período de dos años, a los usuarios de esa zona de Castilla-La Mancha. Cuando el gobierno socialista (no debo decir español, no se lo merece) decidió la semana pasada que se trasvasaran 82 Hm3 en lugar de los 120 solicitados por los regantes (la Generalitat valenciana elevaba la necesidad hasta los 156 Hm3, 120+36 para consumo humano), los pantanos de Entrepeñas y Buendía contaban con unas reservas de 521 Hm3. Luego el trasvase, más que justificado para que los frutales no se secasen, algo que ha comenzado ya a producirse y a dejar a gente en el paro, no sólo era posible de acuerdo con la ley sino muy recomendable conforme al sentido común y en espera de darle otro tipo de solución al problema del agua en la Comunidad Valenciana, especialmente en la provincia de Alicante, así como en la Región de Murcia y la provincia de Almería.

Los habitantes de Castilla-La Mancha, a su vez, están que trinan ante la posibilidad de que su desarrollo agrario se estanque por falta de un agua que se marcha hacia el Levante. De hecho, es un caso muy semejante al de Aragón con el río Ebro; es decir, hay zonas bastante áridas que podrían regarse sin gran esfuerzo al estar situadas relativamente próximas al río. A condición, claro está, que se acometieran por parte de la Administración las infraestructuras adecuadas. Algo que no se ha hecho ni se ha proyectado hasta la llegada del Plan Hidrológico Nacional, que no sólo afectaba al trasvase del Ebro sin más, sino que incluía la modernización y el aprovechamiento de los regadíos de Aragón, pendientes de promesas desde hace siglos, y otros territorios como Castilla-La Mancha. Así, pues, el PHN debía facilitar soluciones casi definitivas o al menos de muy larga duración a cuatro cuencas hidrográficas: Ebro, Tajo, Levante y Andalucía Oriental. Un Plan, conviene recordarlo aunque es probable que no haya nadie que lo ignore, cancelado por este desastroso gobierno para darle gusto a dos fulanos de escasa valía democrática y a sabiendas de que iba a enemistar entre sí a varias comunidades autónomas, además de limitarlas muy seriamente en su desarrollo y en algún caso a empobrecerla.

Pero volvamos al tema Tajo-Segura. Entre los años 1980 hasta pasado el 2000, hubo una serie de proyectos, auspiciados por los diversos ejecutivos de la Nación, mediante los cuales debería revertir sobre el campo castellano-manchego todo lo que se recaudase del trasvase pagado a no bajo precio por los regantes levantinos. Incluso en la época socialista, no olvidemos que el agua comenzó a salir del Tajo en 1980, se llegó a fijar un plan aún más ambicioso. No sólo repercutiría en Castilla-La Mancha todo lo recaudado por el agua trasvasada, sino que el Estado realizaría a su costa, además, una serie de mejoras complementarias. Pues bien, de todo lo prometido no hay nada de nada, salvo cuatro tonterías destinadas a las Tablas de Daimiel y poco más. Ni ha llegado lo recaudado de lo mucho que los levantinos han pagado a precio de oro durante 25 años, ni el faraónico proyecto socialista para el secano de Castilla-La Mancha se hizo realidad. Ahora, sólo ahora y como una nueva promesa, la ministra Narbona anuncia para 2006 el inicio de las obras del Canal de Albacete, que deberá regar 6.800 hectáreas, una extensión algo mayor al tamaño de un sello de correos si la comparamos con el grandioso territorio manchego.

Lo que ocurre es que esa ministra y sus promesas de pájaros volando, en la más pura línea socialista de siempre, son ya más que conocidas en Murcia, donde ha venido en varias ocasiones a prometer el oro y el moro y, de momento, no hemos visto más que cicatería política, que ella llama prudencia o bien ha efectuado comentarios extemporáneos y perjudiciales para el sector agrario murciano, por no llamarlos directamente lesivos o dañinos, cuando insinuó que en Murcia se estaba regando con agua fecales. Vamos, comentarios de esos que al escucharlos te pide el cuerpo declarar a la Narbona persona non grata a esta tierra.

En resumen, el problema de Castilla-La Mancha no es cederle al Levante otros 40 Hm3 para salvar al arbolado, pueden hacerlo sin ningún tipo de riesgo aunque prefieran clamar al cielo como una forma de protesta ante la Administración central y sus reiterados incumplimientos. El verdadero problema de los castellano-manchegos es que deberían haberle cantado la caña hace muchos años a los diversos gobiernos que han pasado por La Moncloa, para que se revirtiese de verdad en Castilla-La Mancha el dinero del agua y además se cumpliese el plan de infraestructuras prometido año tras año desde los tiempos del ministro franquista Silva Muñoz. Un plan que debía quedar solucionado finalmente con el PHN.

Luego en Toledo, en lugar de dedicar sus esfuerzos a afirmar falsamente que el agua se destina en Murcia a regar campos de golf y a confundir depósitos de estaciones depuradoras con balsas particulares que acaparan agua, lo que se tiene que reivindicar es la recuperación de todo lo que conlleva el ambicioso Plan Hidrológico, incluido el trasvase del Ebro. Para mí está claro que si uno quiere terminar con las guerras injustas, y esta del agua sin duda lo es, lo primero que ha de saber es cuál es el enemigo al que se debe enfrentar (que no es el regante levantino) y luego plantarle cara con decisión. Pero en castilla-La Mancha, donde por desgracia llevan desde siempre con gobiernos del PSOE, primero no quisieron enfrentarse con sus propios correligionarios en el poder central y luego, con el PP gobernando, Bono prefirió dedicarse a desgastarlo con cuestiones tan frívolas como demagógicas relacionadas con el lino y otras similares.

Por su parte los murcianos, en mi opinión, hacen muy bien en manifestarse mañana y solicitar el agua que necesitan angustiosamente. Porque, veamos, cuáles son los regantes que pierden su arbolado y cuáles no. ¿Los diezmamos?, como hacían los romanos con las tropas poco combativas, y despeñamos a uno de cada 10 regantes (en este caso a uno de cada dos) desde lo alto de un puente de cauce seco, algo muy a mano por esta tierra. Otra cosa sería que los regantes pidieran lo que no es posible darles, que no es el caso. Otra cuestión inaceptable sería que además quisieran agua gratuita, que tampoco es así, sino al contrario. Pero que conste que el problema de fondo es la recuperación del PHN o algún tipo de medida que ofrezca una solución similar y casi definitiva, por lo que no sería de extrañar que en la manifestación de mañana se oyese más de voz contra ZP y su inmoralidad política, destinada a satisfacer a quienes le tienen de rehén. Una inmoralidad, debe quedar claro, a costa de gente como los levantinos, a la que se le ha ido dando de beber sin demasiado exceso, pero que ahora, que al fin se vislumbraba un cierto futuro y una cierta esperanza con el PHN, la superioridad le ha ordenado a un tal Rodríguez lo que debe contestar y ese tal Rodríguez ha dicho va a ser que no. Eso sí, después de prometer en Murcia y solemnemente según su costumbre: "¡¡En esta tierra habrá toda el agua que haga falta!!"

Publicado el 13 de julio de 2005

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.